«Las estaciones del silencio»

El escritor José Chamorro presentará mañana viernes, a partir de las 19.30 horas, su libro «Las estaciones del silencio». El acto tendrá lugar en la Casa de la Cultura de Baena y contará con la presentación de Luis Carlos Rejón y la música de Pelagio Forcada al piano. José Chamorro (Linares, 1981) es diplomado en Magisterio de Educación Especial y Licenciado en Pedagogía. Es colaborador del periódico Jaén.

Chamorro

ARCHIVO DE NOTICIAS DE BAENA

En el año 2001, bajo la presidencia de Julio Garrido Ramos en la Agrupación de Cofradías, fue reconocida la Semana Santa de Baena como Fiesta de Interés Turístico Nacional. Esta fue la información que se publicó en el periódico Cancionero, en diciembre de 2001, de la feliz noticia.
El Ayuntamiento de Baena ha iniciado los trámites para su reconocimiento como Fiesta de Interés Turístico Internacional.

semana santa

Fallecimiento de Eugenio Trías

Ha fallecido Eugenio Trías, uno de los últimos grandes filósofos españoles de la actualidad.

Era uno de los pensadores españoles más significativos de las últimas décadas. Entre lo más destacado de su obra se encuentra su concepto de la llamada «filosofía del límite».

Cultura.elpais.com:

http://cultura.elpais.com/cultura/2013/02/04/actualidad/1360002420_616985.html

http://elpais.com/diario/2009/12/26/cultura/1261782002_850215.html

Eugenio Trías

ESCUELA DE LOS JESUITAS EN BAENA (1948)

La fotografía recoge a los alumnos que asistían a la escuela de los jesuitas en Baena y corresponde al año 1948. Este centro escolar se encontraba en la calle Mesones, aunque para hacer esta imagen alumnos y profesores acudieron a la casa que ahora es sede de la Agrupación de Cofradías. Como no sabemos el nombre de todos los presentes, si hay alguna persona que se identifica puede aportar su nombre. Entre otros aparecen los siguientes alumnos y profesores: Higinio de los Ríos, Manuel Piedrahita, José Javier Rodríguez Alcaide, Juan Manuel Fernández Pastor, Antonio Gálvez, Manuel Horcas, Fernando Campos, Antonio Candel, Juan Maldonado, Manuel Rodríguez Zamora o Daniel Rejón.

Jesuitas en Baena

EL PARO VUELVE A SUBIR EN BAENA

La finalización de la campaña de recogida de la aceituna y de los contratos en el sector servicios, tras las fechas navideñas, han vuelto a provocar un incremento del paro en Baena. El mes de enero finalizó con 1.952 desempleados, un 20,8% más que en diciembre y un 42,1% más que en enero de 2012. Esta cifra supone la cuarta más alta de la serie histórica, tras los 2.062 que se registraron en octubre de 2012. A estos 1.952 desempleados hay que unir 875 subsidiados agrarios y otros 49 demandantes no ocupados. Por sexos, hay más hombres que mujeres en el paro, 1.054 frente a 898. El mayor número se concentra en el tramo de edad de entre 25 y 44 años, en el que hay 1.052 personas, seguido de 603 que tienen más de 45 años y 297 menores de 25 años. El Servicio Andaluz de Empleo (SAE) refleja en su último informe que el 24,8% de los parados de Baena son de larga duración, es decir, llevan más de un año sin un empleo. Por sectores, el 39,6% está en servicios, el 26,8% en agricultura, el 14,6% en construcción, el 11,01% en industria y el 7,94% corresponden al colectivo sin empleo anterior.

Paro en Baena

Jornadas de Historia

El Instituto Luis Carrillo de Sotomayor organizará los días 14 y 21 de febrero sus terceras jornadas de historia local, que tendrán lugar en el salón de actos del citado centro. Promovidas por el departamento de Geografía e Historia, la Delegación de Cultura del Ayuntamiento de Baena y el CEP Priego-Montilla, se presentarán conferencias sobre el tren de Baena, la torre de la Plata de Doña Mencía o la restauración del castillo de Baena, además de darse a conocer distintas comunicaciones. Se incluye el programa previsto.

Jornadas de historia

«LA HUERTA DE LOS VALDELOMAR»

Incluimos un nuevo artículo de Rodríguez Alcaide sobre sus años de infancia en Baena, en el que habla de los veranos en la huerta de Nuestra Señora de los Ángeles, perteneciente a la familia Valdelomar.

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«LA HUERTA DE LOS VALDELOMAR»
Entramos en la cocina y era grato el olor que exhalaba; era un olor a humo, a pan, a queso. De allí por una puerta trasera pasamos a una gran alberca que tenía aquella frondosa huerta al lado de la carretera de Baena a Luque, unos quinientos metros antes de llegar al puente, sobre cuyo viaducto había antaño circulado el ferrocarril mixto (mercancías y viajeros) de Baena a la estación de Luque. Aquella alberca tenía para nosotros alma, cuya agua fría en verano se ponía a nuestro servicio.
¿Cómo habíamos logrado llegar desde Baena a la huerta de los Valdelomar? Era el verano de 1949; un Valdelomar y yo, compañeros del Colegio de los Jesuitas en la calle mesones, teníamos cada uno su bicicleta, algo nada común en aquellas fechas en el pueblo. La mía fue un regalo de mi abuela materna como premio a haber obtenido matrícula de honor en el primer curso de bachillerato, tras mi examen en el Instituto de Jaén.
Aquella huerta se llamaba Na Señora de los Ángeles y era de la abuela de los Valdelomar. La casa labriega me pareció entonces muy grande así como la alberca en la que, cansados de pedalear sobre la cuesta que de Baena sale, pasaba por la fuente que estaba debajo del terraplén de la estación y dejaba a su izquierda el chalet del Sr. Ariza, extrañamente rojo entre el verde oliva; nos zambullíamos para refrescar nuestros cuerpos. No se donde aprendió a nadar mi compañero Valdelomar; yo aprendí a nadar en una pequeña alberca que se construyó en el Grupo Escolar Juan Alfonso de Baena para regar las plantas y hortalizas de un huerto escolar que allí se plantó, eliminando el campo de baloncesto, para que los niños de 8 a 14 años aprendieran horticultura. Cada vez que paso por esa parte de la carretera a Granada encuentro en la huerta una parte del país de mis recuerdos de infancia: la terrible cuesta para en zig-zag subir a la estación, el camino desde esa huerta al Marbella, hoy polígono industrial; el estrecho pasadizo bajo la línea de ferrocarril, para acceder a la estación de Luque, al llamado tren del aceite que se movía entre Campo Real y Linares-Baeza (desaparecido el viaducto, aunque no la estación pero si el ferrocarril). Ir en verano, en Agosto, a la huerta de la abuela de los Valdelomar era vibrar de emoción, como vibran las campanas de San Bartolomé o tintinea la albeitería de los hortelanos del Marbella o todos los cantos de la naturaleza en mi infancia feliz y llena de ansiada libertad; vibrábamos como los élitros de las chicharras en los olivos.
Ahora, al contar esto, soy confidente de mis recuerdos, de aquellas emociones, de mis ansias por escapar en bicicleta y de la pena que me entró cuando mi madre me castigó al tener conocimiento de aquellas andanzas sin su debida autorización. Soy confidente de la salida del rebaño de cabras de mi vecino Miguel, de las canciones de las mujeres que lavaban en la fuente de Baena y de la vecina de la que con doce años de edad me enamoré».

José Javier Rodríguez Alcaide
Catedrático Emérito de la Universidad de Córdoba

«María Magdalena en los Evangelios y otras fuentes»

El sábado 2 de febrero, la Hermandad de Santa María Magdalena de la Real Archicofradía de Nuestra Señora del Rosario y Santo Cristo Resucitado, con motivo del inicio de diferentes actividades organizadas con motivo del XXV aniversario de su fundación, llevará a cabo una conferencia titulada «María Magdalena en los Evangelios y otras fuentes», a cargo de Isabel Mariscal Castellanos, perteneciente a la Congregación de Misioneras Cruzadas de la Iglesia, teóloga especialista en catequesis y Biblia. Dicha conferencia será en la sede de la Agrupación de Cofradías, a las 20.30 horas.

Conferencia Magdalena

Relato

Rodríguez Alcaide nos acerca en este relato a los años en los que los jóvenes debían examinarse en Jaén del Bachillerato, por lo que los baenenses debían coger el tren en Luque para hacer la decisiva prueba. En aquellos tiempos los niños se forman en centros como el colegio que tenían los jesuitas en la calle Mesones, antecedente de la escuelas profesionales de la Sagrada Familia. El texto lleva por título «En los jesuitas» y la fotografía es una imagen de la Fuente de Baena del año 2007:Fuente Baena«Infunde respeto y desasosiego sentarse ante un Tribunal a los diez años. Eso me sucedió a mí recién cumplida esa edad en mi examen de ingreso en el Instituto de Enseñanza Media de Jaén. El día anterior había tomado el tren en la estación de Luque para arribar a la de Jaén y dormitar en la pensión para superar aquella terrible prueba. La máquina se cargó de agua desde el surtidor en Luque y comenzó su lento traqueteo hacia su destino; la peña de Martos emergía en el horizonte mucho antes de pasar por Alcaudete y seguía vigilándome hasta pasar Torredonjimeno. En esa montaña se despeñaron los hermanos Carvajal según cuenta la historia y la leyenda y aquella noche en el hotel yo no pensé en el examen del día siguiente sino en cómo rodaron pendiente abajo aquellos hermanos Carvajal.
Me senté ante un tribunal en el que me pareció muy simpática doña Águeda, quien tenía fama de ser un ogro de las matemáticas. No me recuerdo confuso, ni resignado, ni angustiado por la seriedad de aquellos tres profesores; más bien tranquilo porque no esperaba que las preguntas fueran difíciles ni las pruebas de dictado y redacción. Mi estancia en Jaén duró tres días porque, admitido en el bachillerato, tuve que examinarme de las asignaturas de primer curso. Eso sucedía en Junio de 1948. Terminado el examen regresamos a Baena y yo sentí que empezaba en aquel viaje mi primer enfrentamiento con la vida y que adquiría oficialmente una seria responsabilidad ante mis padres y mis profesores en los jesuitas: don Mauro, de latín, don Antonio Candel, de Matemáticas, don Daniel Rejón de Ciencias Naturales. Nunca tuve a mi padre de profesor; ni en el Juan Alfonso de Baena ni en los jesuitas de calle Mesones. Aquella responsabilidad fue valorada con nota media de sobresaliente y matrícula de honor.
Recuerdo a algunos compañeros; por ejemplo, el gran jugador de fútbol que era José Antonio Sánchez, hijo del médico que tenía su consulta en el parque, casas ambas de molino de don Francisco Núñez; a Pepe Fernández, también hijo de médico que vivía al empezar la muralla en una casa muy grande, junto a la de don Ángel el párroco de Guadalupe; a Ángel López Torné, hijo de médico que tenía su consulta cerca de la “plancha”, a Manolo Horcas, hijo del fotógrafo, que alcanzó su puesto de catedrático de historia en el Instituto de Baena; a Cubillo y al sobrino del canónigo don Rafael Gálvez que prologó el libro de mi padre y a Rojano con su brazo con parálisis. Con esos camaradas estuve hasta que cumplí los doce años y me examiné de tercero de bachiller en el Instituto Aguilar y Eslava de Cabra. Si a Jaén íbamos en tren desde Luque a Cabra íbamos en el “Corpas”, un microbús que renqueaba subiendo las curvas de Baena una vez pasado el puentecillo del Marbella y la Fuente Pública de Baena.
Cuando terminé el primer año de bachillerato con tan alta calificación mi padre me obsequió, quizás para hacerme más religioso, un misal completo con cantos dorados y encuadernado en piel con los evangelios y las epístolas de Pedro, Pablo y Santiago.
No es mala cosa enfrentarse a un tribunal de examen a los diez años ni a profesores desconocidos en Jaén o en Cabra; esa responsabilidad me hizo ir madurando a zancadas pues sabía que no tenía protección de ninguno de mis padres que eran, a su vez, maestros. Tengo grabado en mi memoria el Claustro del Aguilar y Eslava y los artesonados de sus grandes aulas, frente a las exiguas habitaciones en las que estudiábamos en calle Mesones. En Mesones no cabían los novillos ni la libertad de correr por calles; solo cabía estudiar para pasar el examen en Jaén o en Cabra. Allí imponía orden don Juan Maldonado y desde lejos el padre Villoslada».

José Javier Rodríguez Alcaide
Catedrático Emérito de la Universidad de Córdoba

LA REVISTA ITUCI

Una de las publicaciones más destacadas aparecidas en los últimos años en la provincia de Córdoba nació en 2011 en el IES Luis Carrillo de Sotomayor. El departamento de Geografía e Historia, coincidiendo con el traslado a las nuevas instalaciones del instituto, puso en marcha la revista «Ituci», una revista que alcanzará este año su tercer número y que se ha consolidado por la importancia de los trabajos presentados y su difusión. Como decía el director del IES, Antonio García, con «Ituci» se alcanzan grandes objetivos como «desarrollar los contenidos curriculares, mejorar los resultados académicos, conseguir las competencias básicas, difundir la cultura local y comarcal…». Os incluimos los enlaces a los dos números publicados hasta ahora.

Número 1

Número 2

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