Efectos de la crisis en el tejido empresarial de Baena

La crisis económica está afectando de manera importante al tejido empresarial de Baena. Solo en el último año se perdieron en la localidad 18 empresas en el régimen general de la Seguridad Social, siendo el tercer municipio de la provincia, tras Córdoba y Pozoblanco, que registra una mayor caída. El ránking municipal por número de sociedades lo encabeza la capital con 9.849, seguida de Lucena (1.435), Puente Genil (695), Montilla (663), Priego (615), Pozoblanco (561), Palma del Río (556), Cabra (493) y Baena (468).
En los últimos cinco años el municipio que ha sufrido un mayor descenso de empresas ha sido Baena, que ha perdido un 15,2% de su tejido empresarial entre el 2008 y el 2012. Significativo ha sido el decremento de Pozoblanco (-13,15%) y Puente Genil (-13,01%), mientras que con bajadas superiores al 10% se encuentran también Lucena (-11,25%) y Córdoba (-11,02%). La caída ha sido menor en Montilla (-9,42) y Cabra (-9,37%) y es inapreciable en Palma del Río (-0,17%).
Diario Córdoba recoge hoy un análisis de la evolución empresarial en la provincia:
diariocordoba

 

Información de la web Baena Cultura

La web de Baena Cultura presenta un gran contenido cultural de la localidad. Entre los documentos que se pueden consultar se encuentra la serie de boletines publicados por el Museo Histórico de Baena, que recogen las novedades y descubrimientos arqueológicos que se siguen produciendo en la localidad. La publicación está dirigida por el arqueólogo municipal, José Antonio Morena.
baenacultura.es

Certamen de Fotografía “Arco Oscuro”

El jurado de la vigésima edición del Certamen de Fotografía “Arco Oscuro”, uno de los más longevos de los que se convocan en la provincia, ha dado a conocer los premios del concurso fotográfico, que han recaído en los siguientes trabajos:
-Premio a la mejor fotografía en el apartado “Semana Santa en general”, para la fotografía titulada “Se hizo la luz”, de José Carlos Priego Rodríguez.
-Premio a la mejor fotografía relacionada con la Cofradía del Xto. Cristo del Perdón, (Silencio) a la fotografía titulada “Entre faroles”, de José Carlos Priego Rodríguez.
-Premio de la mejor fotografía relacionada con la Cofradía de la Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén, y cartel de Semana Santa de la Agrupación de Cofradías, a la obra titulada “Entre Palmas”. de José Luis Soriano Morales.
Más información en la web de la Agrupación de Cofradías de Baena
semanasantabaena.com

«Baena digital»

Mañana viernes, día 25, a partir de las 20.00 horas, se presentará el periódico «Baena digital». El acto contará con la participación de Juan Pablo Bellido (editor) y Jesús Cruz (director) y la asistencia de la alcaldesa de Baena, María Jesús Serrano. El acto tendrá lugar en la Casa de la Cultura de Baena. Desde el Grupo Cultural Amador de los Ríos felicitamos esta nueva iniciativa informativa en nuestra localidad y deseamos a sus promotores el mayor éxito.
Más información en la web del citado periódico:
baenadigital.com

Ruta lugares emblemáticos Valverde y Perales

El Centro de Documentación Juan Alfonso de Baena ha diseñado una ruta con los lugares emblemáticos en los que vivió Francisco Valverde y Perales o tuvieron un protagonismo especial en Baena. Entre los espacios que recorre esta ruta se encuentra la Plaza Francisco Valverde, calle Alta, Arco de Consolación, Arco de la Villa, Castillo de Baena y Plaza de la Constitución, entre otros. Incluimos el recorrido y la explicación preparada por el director del Centro de Documentación Juan Alfonso de Baena, Jesús L. Serrano:
Ruta con los lugares emblemáticos

«Extraña costumbre»

Era una costumbre habitual en la posguerra. Los niños se separaban de las niñas en el colegio o cuando iban a la piscina había dos horarios distintos, aunque esto ocurría ya en los años sesenta. Hasta hace poco los hombres se colocaban en un lugar y las mujeres en otro para dar el pésame a los familiares de un difunto o, incluso, esperaban a que los hombres transmitieran su pesar a la familia del fallecido. José Javier Rodríguez Alcaide nos recuerda lo que ocurría cuando se acudía a misa.

La fotografía, que ilustra el relato, es un detalle del adorno de la puerta principal de San Bartolomé.

Puertas S Bartolome
«EXTRAÑA COSTUMBRE
El cancel de San Bartolomé era una alta contrapuerta de tres hojas; la de frente hecha a cuarterones y las dos laterales estaban ajustadas a las jambas de la gran puerta de entrada; cerrado el cancel por su techo evitaba las corrientes de aire y amortiguaba las voces de los que no entraban a misa y se quedaban en el cancel charlando y fumando; naturalmente siempre eran hombres en la misa dominical del mediodía.
Nunca me detuve a pensar cómo podía haberse creado y autosostenido aquella costumbre. Solo me contenté con contemplarla sin analizarla. Llegaban los matrimonios a la misa de doce; ellas entraban en la iglesia y muchos de sus maridos se quedaban en el cancel charlando y fumando. Aquello parecía un hábito de solidaridad masculino. Se leía la epístola y el evangelio, el cura daba su plática, esa especie de razonamiento que hace el predicador para exhortar a practicar la virtud, reprender los vicios o faltas de los fieles e instruir en la doctrina cristiana, y terminado el ofertorio sonaba la campanilla de monaguillo anunciando la consagración, núcleo central de la eucaristía. Al son de la campanilla entraban desde el cancel los hombres a tropel, habiendo tirado las colillas, y se colocaban cerca del baptisterio al final de la nave del templo. Terminada la consagración de nuevo volvían a salir al cancel y reiniciaban su conversación hasta que sus esposas salían tras el “íte misa est”.
Pocas cosas me podían parecer a mis diez años más horrendas. Yo quedaba junto a mis padres en el templo durante toda la misa y mi padre no se separaba de mí ni de mi hermana y mi madre y jamás llegué a conocer la razón de tan curiosa costumbre. Quizás no quisieran escuchar la homilía del cura y era más educado esperar fuera que salirse cuando subiera al púlpito; quizás creyeran que los introitos eran añadidos innecesarios a lo transcendental e importante: la consagración del pan y del vino; quizás era el momento de conversar sobre la cosecha, los negocios o la administración del pueblo. Pudieran ser caballeros generosos que acompañaban a sus esposas a la misa, reverenciaban la consagración, y las recogían al final de la misa, endomingadas, para dar un paseo. Me pareció un mentiroso disfraz de la inexorable convicción que lleva consigo una costumbre social.
Preguntados mis padres sobre esa moda social no supieron darme razón de su fundamento. Me pareció una costumbre críptica, pues lo verdadero jamás se decía ni hacía, sino que se representaba por el signo arbitrario de, sonada la campanilla, dejaban de fumar y charlar, abandonaban el cancel y se postraban en el momento de la consagración. Quizás pensaran que salvo la consagración el resto eran tiempos de mujeres y niños y no de hombres de “pelo en pecho”.
Baena en los años cuarenta era una suma de pequeñas y resbaladizas pirámides en las que nadie era capaz de hacer una fisura o crearse un agarre. La única manera de progresar en la pirámide en general era por matrimonio con uno o una de las clases regentes. Muy pocos apellidos se situaban en los ápices de las pirámides y casi todos esos ápices oían misa en Guadalupe, templo, en el que el párroco don Ángel González nos ponía por separado a los dos géneros; al lado de donde se leía la epístola, la izquierda del cura, y en el lado de su derecha, donde se leía el evangelio. Hombres y niños a un lado, mujeres y niñas al otro.
Esta separación por razón de género tampoco yo llegué a entenderla porque yo iba siempre de la mano de mi madre y mi hermana se enganchaba de la mano de mi padre. Además de enfadarme me pasaba la misa pensando en lo barbián que era don Ángel, hombre arisco en negra sotana que se empeñaba en separar a la familia en la misa en lugar de ocupar todos nosotros un banco. Esta norma me pareció en Guadalupe tan extraña como la que acabo de relatar para San Bartolomé. La de Guadalupe me encabritaba y la de San Bartolomé aguijoneaba ni imaginación. Las dos costumbres se han quedado muy grabadas en mi memoria remota».

José Javier Rodríguez Alcaide
Catedrático Emérito de la Universidad de Córdoba

Presentación programa de actividades centenario Valverde y Perales

El Centro de Documentación Juan Alfonso de Baena presentó en la noche del sábado el programa de actividades para conmemorar el centenario del fallecimiento del historiador Francisco Valverde y Perales. En el acto, el periodista Francisco Expósito disertó en una conferencia sobre la importancia del ilustre baenense fallecido el 7 de julio de 1913.

Diariocordoba

 En la foto, de Mariluz Ariza, público asistente, con autoridades municipales y culturales de la localidad.

Acto Centro Doc JA Baena

Obra de Valverde y Perales

Ya se puede consultar toda la obra de Valverde y Perales en la web del Centro de Documentación Juan Alfonso de Baena. Desde su «Historia de la Villa de Baena», a las «Antiguas Ordenanzas de la Villa de Baena», su obra de teatro «Heridas de la honra» o «Leyendas y tradiciones. Toledo. Córdoba. Granada», entre otras. Todo un esfuerzo que merece el reconocimiento de los baenenses y de todas las personas que quieran investigar la obra del insigne historiador baenense. Enhorabuena a la fundación pública del Ayuntamiento de Baena.
Si quiere conocer más sobre este proyecto, se puede consultar el artículo publicado en Diario Córdoba hace unos días.

«Baena en las raices del cielo»

José Javier Rodríguez Alcaide reconoce en el siguiente artículo la labor de Jesús Serrano al frente del Centro de Documentación Juan Alfonso de Baena a propósito de la digitalización del libro «Baena en la historia», que escribió su padre, Manuel Rodríguez Zamora. El pequeño volumen se publicó en 1949 tras resultar ganador en un concurso convocado por el Ayuntamiento de Baena con motivo del centenario del nacimiento de Valverde y Perales. El Centro de Documentación Juan Alfonso de Baena ha colgado en su página web el libro de Rodríguez Zamora. La foto que se incluye es la portada de la primera edición del citado libro.

Baena en la Historia
El artículo de Rodríguez Alcaide se titula «Baena en las raíces del cielo»:

«Los hombres, a lo largo del tiempo, han sacrificado lo mejor de sí mismos en el supremo intento de conservar la historia verdadera y real de una sociedad, una comuna, un pueblo. Uno de esos hombres es Jesús Serrano, director del Centro de Documentación Juan Alfonso de Baena, quien ha situado en las raíces del cielo la obra del historiador y escritor Francisco Valverde y Perales. Al colocar las obras de Valverde y Perales en las raíces del cielo consigue que la historia de Baena pueda estar a disposición de todos los internautas, una vez que Jesús Serrano y el equipo han considerado que estas obras son dignas de difusión a nivel mundial.
El gozo entró en mi alma cuando me pidió autorización para digitalizar el libro de mi padre “Baena en la Historia”; este libro, dirigido a escolares, adecuaba las investigaciones de Valverde y Perales a la mente infantil de los alumnos del Juan Alfonso de Baena. Que el libro de Manuel Rodríguez Zamora se ubique en las raíces del cielo junto a los estudios de Francisco Valverde Perales es para mí una gran satisfacción, como hijo del autor.
Es una tarea parsimoniosa y ardua la de escanear las páginas de un libro y más meritorio todavía es querer que el modesto libro de mi padre aparezca en la pantalla del ordenador junto al calor rubí de la Historia de Baena de Valverde y Perales. Esa paciente labor nace de la gran voluntad de Jesús Serrano.
Curiosamente yo nací en la Plaza Valverde y Perales en la casa en la que mi madre tuvo su primera escuela unitaria. El aula daba a la plaza y desde allí se podía en alzada contemplar la cárcel. Cuando yo tenía diez años, 1948, recuerdo a mi padre, sentado en su salón biblioteca de la casa en Puerta Córdoba número 2, con el libro de pastas rojas de Valverde y Perales y los dibujos a plumilla de Gutiérrez y la colaboración de un tal Ávila. El dibujo que más me gustó es el de Rafael Torres, porque representaba la imagen que de la plaza vieja yo tenía en mi mente como párvulo en la escuela de mi madre. Desde donde yo nací se veía la cárcel de Baena, estilizadamente representada en el dibujo a plumilla, y se apreciaba la gran amplitud de aquella vieja plaza, su cuesta pina, y sus enlaces con la calle Alta y el Tinte.
Mis ensoñaciones siempre estaban alrededor de la “Piedra Escrita” y del dibujo de Ávila en el que aparecía la inscripción, sobrevolada por corvidos en la cima del Minguillar. Aquella mujer tan joven, de alta alcurnia, que se casó con un esclavo, perdiendo su libertad, me hizo imaginar a mis once años lo que sería el amor platónico de aquella dama. Así que yo veía, enterrados, a Vivia Grocale, Patricia de 29 años, junto a Tito Annio Firmo, esclavo sin manumitir, en el montículo en el que estaba aquella piedra escrita. Siempre ensoñé que los padres de Patricia habían allí enterrado a los dos, por ser los amantes más fieles de Baena.
Me sentía orgulloso de que el escudo de Baena hubiera ondeado en los muros de la Alhambra, cuando el Señor de Baena, ayudó a conquistar Granada. Lo leí en 1949 en el libro de mi padre; él me relató la hazaña y la primera vez que visité Granada en 1968 para acceder a la Alhambra busqué con mi imaginación la torre en la que hubiera ondeado el pendón de Baena. Incluso, cuando leí por primera vez “Cuentos de la Alhambra” de Washington Irving por encargo de doña Luisa Revuelta, catedrática de Literatura, se agarró en mi lectura de la Torre de la Vela el tremolar del pendón de Baena, con las cabezas decapitadas de los moros.
El dibujo a plumilla de la plaza de la Constitución con todo el pueblo esperando el sorteo de casi 9.000 hectáreas del Monte Horquera comunal fue para mi un relato que me acompañó hasta que estudié en Historia Económica las desamortizaciones del siglo XIX en España, una privatización que se repite ondularmente a lo largo de la historia. Que mi pueblo hubiese creado Doña Mencía y luego Nueva Carteya llenaba mi orgullo infantil y cuando presidí ABASA, la empresa que envasaba aceites de oliva de Baena, y que integró la comarca desde Albendín a Zuheros, siempre venía a mi memoria que aquellos hijos de Baena (Nueva Mencía y Nueva Carteya) se amalgaban en ABASA para iniciar un proyecto en común ciento sesenta años después de aquella emancipación.
Aquel libro de “Baena en la Historia”, que fue mi guía en el amor que yo le tengo a mi pueblo, está hoy en las raíces del cielo por la generosidad de Jesús Serrano y del Centro de Documentación Juan Alfonso de Baena. Mi padre que ya está en ese cielo podrá volverlo a leer sin necesidad de apoyarse en las redes de internet, porque él es una de las raíces de ese cielo».

José Javier Rodríguez Alcaide
Catedrático Emérito
Universidad de Córdoba

Exposición jóvenes creadores

La Asociación Fotográfica Baenense (Afoba) inauguró anoche la quinta edición de la exposición de jóvenes creadores, en la que se dan a conocer las obras de sus integrantes. La muestra se mantendrá hasta el 12 de febrero en la Oficina de Turismo (antigua videoteca). En la imagen, realizada por Miguel Párraga, aparecen José Carlos Priego, Vicente Cruz y María Jesús Serrano, alcaldesa de Baena, y José Valle durante la inauguración.

Exposic fotografica 2
Más información en la web de la asociación

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