CALVO POYATO RECUPERA LA IMPORTANCIA DE AMADOR DE LOS RÍOS

CALVO POYATO RECUPERA LA IMPORTANCIA DE AMADOR DE LOS RÍOS Y CUESTIONA EL «OLVIDO» DEL BICENTENARIO

Por José Calvo Poyato. ABC. 29-X-2016

Una de las joyas artísticas que tiene un valor más singular en nuestra historia es el llamado Tesoro de Guarrazar. La razón de esa singularidad se la proporciona el hecho de tratarse de una obra perteneciente a la época visigoda.

El tesoro en cuestión recibe su nombre del lugar donde se encontró, el terreno cercano a la iglesia de Santa María de Sorbaces, en una huerta llamada Guarrazar en el término municipal de la localidad toledana de Guadamur que está a once kilómetros de la capital de la provincia. Se trata de un conjunto de piezas de orfebrería: cruces votivas -regalos de reyes o personajes importantes que se hacían en cumplimiento de un voto y que se colgaban de las bóvedas del templo-, cruces, cinturones… que debieron ser ocultados a toda prisa por los clérigos ante la amenaza que suponía la invasión musulmana.

Corría el año 1858, cuando se produjo su descubrimiento, como tantas otras veces de forma casual. La causa fueron unas lluvias torrenciales que lavaron el terreno cercano a la mencionada iglesia. A la vista quedó un nicho que contenía un cofre donde se guardaban las extraordinarias piezas. Lo halló un labrador que vendió algunas de ellas a plateros toledanos. La historia tomó un giro con la intervención de un profesor francés asentado en Toledo, Afolfo Herouart y de un experto joyero madrileño, llamado José Navarro, que para venderlas llevaron las valiosas piezas -nueve coronas votivas- a Francia, donde fueron a parar al Museo de Cluny.

Al tenerse noticia de lo ocurrido la prensa española reaccionó con indignación ante la venta de un tesoro tan singular, desatando una fuerte polémica entre los gobiernos de España y Francia. Aquí es donde interviene el ilustre baenense José Amador de los Ríos, en su condición de miembro de la Real Academia de la Historia y de la de Academia de Bellas Artes de San Fernando. Elaboró el informe legal que permitió al Ministerio de Estado efectuar la reclamación del tesoro toledano e impulsó una excavación que permitió nuevos descubrimientos en la zona, en colaboración con Aureliano Fernández Guerra, granadino de nacimiento y ligado por raíces familiares a la localidad cordobesa de Zuheros. Amador de los Ríos publicó El arte latino-bizantino en España y las coronas visigodas de Guarrazar. Ensayo histórico crítico como respuesta a los planteamientos del francés Ferdinand de Lasteyrie que sostenía, para apoyar las tesis del gobierno francés y oponerse a las pretensiones españolas en la polémica desatada por el tesoro de Guarrazar, que los esmaltes realizados según la técnica llamada cloissonné o alveolado no tenía ejemplos en España. En esa obra, el baenense se quejaba también del lamentable estado que ofrecía el yacimiento al ser excavada la tierra con la codicia de encontrar tesoros sin “el ilustrado anhelo de pedirle doctas enseñanzas”- Hasta 1941 el gobierno francés retuvo las nueve coronas votivas. En esa fecha el gobierno de Vichy devolvió seis de ellas que hoy pueden verse en el Museo Arqueológico Nacional.

Este 2016, en que se cumple el bicentenario de su nacimiento, acaecido en 1816, y que debía conmemorarse debidamente, está transcurriendo con más pena que gloria en su provincia natal, siguiendo la estela de lo que Juan Valera afirmaba en el prólogo a la edición de las poesías del baenense, promovida por su hijo Rodrigo en 1880: “En mi provincia cada cual mira por sí, sin auxilio de nadie, de modo que los encumbramientos son milagrosos”.

Fotografía: Museo Arqueológico Nacional.

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PACO ARIZA, SOFIÁNICO

Por José Javier Rodríguez Alcaide

Veo en Facebook cada día las últimas obras de Paco Ariza quien intenta una cierta explicación de lo que yo me atrevería a denominar la epifanía del misterio cósmico que bulle en la cabeza del artista.
Esa conciencia no está al alcance del observador distante del Cosmos sino solo de la conciencia sapiencial y sofiánica de Paco Ariza, quien busca participar en la integridad escondida del Universo.
Sus últimas obras intentan ser una comunión con la conciencia cósmica y la naturaleza inerte, una suerte de sabiduría basada en el amor. ¿Es una especie de cristianismo esotérico? Capaz de enfatizar la unidad de todas las cosas.
Parece acercarse en sus obras, que son elucubraciones teosóficas, a una sabiduría divina. Intenta, aunque no lo diga, conectar a Dios con su creación. Busca meter lo divino en lo por él creado, en un especie de sinergia entre cielo y tierra.
Sus obras exhiben orden, la belleza del universo, y son señal del misterio de la divina sabiduría. Veo en sus nuevas creaturas una manifestación del fundamento divino de toda realidad creada.
La grandiosidad de sus espacios transparenta la realidad de Dios, ansiosamente buscada y quizás aún no encontrada.

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PRESENTADA LA REVISTA ITUCI

El IES Luis Carrillo de Sotomayor ha presentado el sexto número de la revista Ituci, una publicación de difusión cultural de Baena y su comarca. En esta ocasión se incluyen diez artículos que recogen las conferencias que se impartieron en las Jornadas de Historia Local celebradas en febrero.
De este número se han editado 500 ejemplares.En el momento en el que se pueda descargar, incluiremos el enlace.
Os incluimos el enlace de la noticia en el Diario Córdoba:
http://www.diariocordoba.com/…/alumnos-instituto-realizaran…

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JOSÉ LUIS CASAS REMARCA LA IMPORTANCIA DE VÁZQUEZ OCAÑA EN UNA COLUMNA DE DIARIO CÓRDOBA

«DOS MIRADAS SOBRE ANDALUCÍA»
Muchos de entre los socialistas de hoy no suelen mirar hacia su propia historia

Por José Luis CASAS (DIARIO CÓRDOBA). 4/X/2016
La noticia del fin de semana ha estado en la calle Ferraz de Madrid, en la sede del PSOE. El resultado de la reunión del Comité central es conocido y hemos escuchado y leído infinidad de comentarios. Tengo opinión, pero quizá por la costumbre de analizar hechos históricos, prefiero dejar reposar mis ideas, y que corran los días hasta ver el resultado final, porque la dimisión (forzada) de Pedro Sánchez es el inicio de un camino que aún no se sabe hacia dónde lleva. No obstante, y aunque las situaciones no son equiparables, baste recordar que para el PSOE nunca fue rentable el enfrentamiento entre facciones, como la que condujo al error de no participar en el gobierno en 1936, tanto tras la victoria del Frente Popular como unos meses después, con Azaña en la Presidencia de la República. Otro error fue el trato recibido por uno de los socialistas de más prestigio, Juan Negrín, expulsado del partido en 1946, si bien su figura fue rehabilitada en el Congreso socialista de 2008.
Por otro lado, entre los socialistas de hoy muchos no suelen mirar hacia su propia historia (grave error). Por fortuna, hay quien se ocupa de recuperarla, como ocurre en la localidad de Baena con la actividad desarrollada por el Grupo Cultural Amador de los Ríos, y en particular por uno de sus miembros, el periodista de este diario Francisco Expósito. Su empeño es recuperar la figura del periodista baenense Fernando Vázquez Ocaña, socialista, así como amigo y colaborador de Negrín. Colaboré en las Jornadas de homenaje el pasado 24 de septiembre, de las que se ha dado noticia en estas páginas. Hoy quiero hacer referencia a que gracias a mi participación he conocido el texto, en una cuidada edición, de una conferencia que Vázquez Ocaña pronunció en el Centro Andaluz de México en 1943, con el título de Elogio de Andalucía. Cuando lo vi, de inmediato pensé en el de otro exiliado, gaditano pero vinculado a Córdoba por su condición de canónigo de la catedral, José M. Gallegos Rocafull, pues en 1958, en la Casa de Andalucía de México, dictó la conferencia: Andalucía desde el destierro. Los exiliados siempre hablaban de España, está muy presente en sus textos, pero en este caso los dos se referían a su tierra, a Andalucía, a una parte de España.

El punto de partida de ambos es coincidente: no se puede ver Andalucía como algo separado de España. Así, el periodista afirmaba que «el modo de ser de Andalucía rebasa el angosto concepto nacionalista, por la virtud de una generosa filosofía de la vida. Nos resulta enojoso hacer de la existencia un problema de geometría. El mundo es interesante por cuanto está compuesto de varias y libres gentes». Y el canónigo consideraba así la forma de ser español en su vinculación con la patria chica: «Los andaluces, universales por su patria chica, la sentimos hermanada con los demás en una misma honda, sincera y ardiente emoción española. Un andaluz andalucista, decía Antonio Machado, es un andaluz de tercera». También coincidían en desterrar los tópicos sobre nuestra tierra. «¿Cómo demostrar que el andaluz cabal no es siempre el que dispara donaires en las aceras de la calle de la Sierpe? ¿Qué es más bien que un ente chispeante un ser grave y con frecuencia melancólico?», decía Vázquez. Y Gallegos: «Andalucía se me presenta como algo muy serio. En estas honduras, cuando se la lleva como una espina clavada en el corazón, resulta intolerable la Andalucía de panderetas y castañuelas, de flores y de colmao, de panderetas y procesiones, de manzanilla y chascarrillos».
Y por supuesto hablan de la historia de Andalucía, de su pasado singular, de cuanto esta región ha aportado a la historia de la cultura. No estoy seguro de que, dentro de unos meses, cuando analicemos la crisis del PSOE podamos hablar bien de lo que ha aportado Andalucía.

http://www.diariocordoba.com/noticias/opinion/dos-miradas-andalucia_1084262.html

Fotografía: Miguel Párraga y José Luis Casas, en las jornadas de Baena. Autora: M. ARIZA.

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NACÍ EN BAENA

Por José Javier Rodríguez Alcaide (*)

En marzo de 1938, en plena guerra civil española. Baena es para mí lo que Ortega denominaba mi «paisaje prometido» porque todos llevamos dentro un paisaje prometido y caminamos peregrinos hasta encontrarlo. Unamuno escribió que la infancia es la patria por eso me he sentido siempre emocionalmente muy vinculado a Baena, a su historia y a su realidad social y cultural.
Presté mucha atención a Baena y a su comarca desde 1978 a 1995 y le sigo dando presencia en mi corazón. Siempre mostré interés por su realidad aun no viviendo en esta ciudad desde 1950.

En mi familia, en Baena, no se hablaba de la guerra civil ni mis padres discutían sobre ella al menos desde mis recuerdos y mi capacidad de razonar. Esa guerra fue una experiencia especialmente dramática en la familia de mi madre pero no oí de ella prácticamente nada hasta que en 1977, militando en el partido social liberal andaluz, me hablaron mis padres detalladamente de este enfrentamiento.

Mi mundo giró en Baena hasta mis doce años, más en torno a mi madre que a mi padre sin embargo, me encarné y releí el libro de mi padre, escrito para niños como yo, titulado «Baena en la Historia».

Estudié hasta los 9 años en el Juan Alfonso de Baena de cuyo Cancionero tuve noticias en el bachillerato cursado en la calle Mesones en el colegio privado de los jesuitas. Era un colegio que nos preparaba para sufrir exámenes en junio en Jaén y en el Aguilar y Eslava de Cabra.

¿Cómo veía yo a Baena en la década de los cuarenta a partir de 1944? Pues la percibía como una sociedad muy dual y muy desigual social y culturalmente cuando ahora me retrotraigo a aquellos momentos. La vida pendía de la lluvia y de la agricultura de cereal, vid y olivar sin grandes acontecimientos salvo el jubileo en plaza vieja y los misereres que pasaban por la puerta de mi casa. Había en casa una radio galena que mi padre escuchaba para enterarse de noticias del exterior y una gran actividad desde 1947 en la biblioteca de casa en la que mi padre preparaba el libro citado. En esa biblioteca mi madre alumbró a mi hermana menor, diez años después de nacer yo.

Salieron de Baena mis padres, maestros de escuela, en junio de 1950 trasladados a Córdoba con sus tres hijos; desarrollé mi adolescencia y juventud en la barriada de Fray Albino en el Campo de la Verdad. Apenas tuve contacto con Baena hasta 1977, año en que encabecé la lista de UCD al Congreso de los Diputados para la Legislatura Constituyente y luego en 1978, cuando designado responsable de la Secretaría General Técnica del Ministerio de Agricultura, presté atención al olivar de Baena y su comarca.

Estoy de acuerdo con Unamuno respecto de que la patria de cada uno está en su infancia y que a ese paisaje gusta, ya jubilado, retornar.

(*) Hijo predilecto de Baena.

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