VÁZQUEZ OCAÑA: LA MEMORIA RECUPERADA. HOY SE CUMPLE EL 50 ANIVERSARIO DE SU FALLECIMIENTO EN MÉXICO DF

Por Francisco EXPÓSITO (Diario CÓRDOBA). 29SEP2016

«Los niños que vayan al refugio, caen bombas… al refugio… Los niños…». Fernando Vázquez Ocaña estaba delirando. Eran sus últimos minutos. Una de sus nietas, Josefina Fernández Vázquez, lo recordó la semana pasada en Baena. Tal día como hoy de hace 50 años fallecía en México DF el periodista baenense, el amigo de Juan Negrín, el biógrafo de Federico García Lorca. Esas últimas palabras parecían rememorar un artículo publicado en La Vanguardia en 1938: «Un día futuro, camaradas, se agruparán bajo los árboles los niños de una escuela. Y el maestro les hablará de nuestra guerra, de nuestra lucha por la libertad. Se pronunciará como otras veces y en otras escuelas el nombre legendario de Sagunto. Y no se hablará de soldados y capitanes, sino de obreros metalúrgicos. Vuestras sombras, camaradas, llorarán de alegría cuando oigáis la canción risueña de los niños: Ya vienen los aviones/¡bomba va!/Ya vienen los aviones…/¡Y espantan los mosquitos/¡bomba va!/Y espantan los mosquitos…». Él mismo lo sufrió en los bombardeos de Barcelona. Vázquez Ocaña era ya portavoz del Gobierno de Juan Negrín. Pocos meses antes tuvo que enviar a sus ocho hijos con familias belgas, tras fallecer su mujer con 37 años. El 26 de enero de 1939 abandonó la Ciudad Condal y se dirigió, con el resto del Gobierno, al castillo de Figueras. Esa marcha la relató en un libro (Pasión y muerte de la Segunda República española): «El último capítulo es triste (…). Los caminos y carreteras quedaron sembrados de pobres cadáveres, de vehículos rotos, de bagajes indescriptibles». Todo había acabado ya. Comenzaba una lucha por la supervivencia, la de miles de exiliados que huyeron de España, con el temor de ser apresados por los nazis y ser enviados a campos de concentración o de exterminio o ser devueltos a la España franquista. Entre estos miles de exiliados estaba Antonio Machado, con el que se relacionó Vázquez Ocaña. Cuando el periodista cordobés dirigía La Vanguardia volvió a escribir el poeta sevillano en el diario.

Las dificultades en el exilio aparecieron cuando se extinguieron sus ahorros. En México comenzó a escribir textos en los que analizaba la situación de España tras la guerra civil o la división de los socialistas. Sin embargo, pronto abandonó la primera línea política y trató de buscar otros caminos en los que pudiera alimentar a su familia. Solo tenía su Remington y una capacidad incansable de trabajo. Primero fue colaborando con la editorial Grijalbo y después recibió el apoyo de su amigo cordobés Máximo Muñoz, con el que acompañó a Federico García Lorca en 1935 en su visita a Córdoba. Ese viaje lo recogió en su libro García Lorca. Vida, cántico y muerte, que publicó en 1957, se reeditó en 1962 y publicará por primera vez en España el Grupo Amador de los Ríos.

La amistad con el expresidente del Consejo de Ministros le llevó a convertirse en uno de los primeros críticos en México del socialista Indalecio Prieto. Vázquez Ocaña le contará a Negrín en una carta que fue «la primera voz» entre escritores y políticos que cuestionaron la actuación de Indalecio Prieto. La amistad entre Vázquez Ocaña y Negrín se mantuvo hasta el fallecimiento del científico canario. Cuando el expresidente tenía la oportunidad de visitar México siempre se acercaba al domicilio del periodista baenense.

En sus conferencias, en sus poemas, en sus artículos y cartas a sus hijos, Fernando Vázquez Ocaña mantendrá un recuerdo permanente de la patria. Su poema Canto a España es un ejemplo para conocer el sentimiento de desgarro de Vázquez Ocaña en el exilio. El recuerdo de la España que perdió su libertad, la ruptura con la cultura y la imposición del miedo. «Te miro, España mía, desde esta tierna playa/en que abrieron tus quillas un nido de naciones/y sumo mi cabeza en el glauco mensaje/para absorber las sales que tu sangre me envía/y tus lágrimas (…)/¡Qué sola te han dejado, España, pobre madre!/Tirada en el camino/que retiene el clamor de los libertadores». En Fernando Vázquez Ocaña descubrimos a uno de los grandes intelectuales cordobeses del siglo XX y a uno de los principales periodistas andaluces de la primera mitad de la pasada centuria. A una persona que fue fiel a la República.

El periodista cordobés falleció a las 7.30 del 29 de septiembre de 1966, a la edad de 68 años, y fue enterrado el día 30 en el Panteón Español. Hoy, sus restos acompañan a los de otros muchos exiliados republicanos en México DF, donde yacen muchas ilusiones frustradas por el golpe militar, donde se encontrará siempre el espíritu de libertad de quienes pudieron huir de la dictadura por soñar una España en democracia y no perecieron por la sinrazón del franquismo.

http://www.diariocordoba.com/noticias/opinion/vazquez-ocana-memoria-recuperada_1082675.html

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TRES ESCULTURAS ROMANAS «ÚNICAS» DE TORREPAREDONES

A finales de 2011, un hallazgo sacudió el yacimiento de Torreparedones (Baena, Córdoba). Amontonados y ordenados, aparecieron decenas de fragmentos de tres esculturas, dos masculinas y una femenina, sentadas y fabricadas en mármol. Un proyecto de investigación llevado a cabo por arquitectos municipales y el grupo de investigación sobre antiguas ciudades de Andalucía de la Universidad de Córdoba (UCO) dirigido por el catedrático Carlos Márquez, presentado hoy lunes 26 de septiembre de 2016, ha permitido recomponer el puzle de estas piezas y recuperar gran parte del aspecto original. En su presentación a la sociedad en el Museo Histórico de Baena, Márquez ha asegurado que se trata de dos esculturas de Augusto y Calígula “únicas en todo el Imperio Romano” y otra femenina también de gran valor. Además, gracias a que conservaban restos de la policromía original, se ha logrado representar el colorido original.

Al acto de presentación de las esculturas romanas, fechadas probablemente a mediados del siglo I de nuestra era, han acudido el alcalde de Baena, Jesús Rojano; el rector de la Universidad de Córdoba, José Carlos Gómez Villamandos; el secretario general de Universidades, Investigación y Tecnología de la Junta de Andalucía, Manuel Torralbo; el catedrático de Arqueología de la UCO Carlos Márquez, el director del Museo Histórico de Baena, José Antonio Morena; y la restauradora Ana Infante.
Las estatuas, según ha relatado el director del museo, José Antonio Morena, “fueron ocultadas en algún momento de finales del siglo II”, probablemente por causa de una guerra civil romana. El hallazgo se produjo en la curia de la colonia Ituci Virtus Iulia asentada en el actual sitio arqueológico de Torreparedones y seguramente “procedieran del templo anexo”, ha explicado Morena. Gracias a la restauración, las esculturas sedentes “parecen haber cobrado vida”, ha valorado el especialista.

Emperadores divinizados
Las estatuas son mayores que el natural y presentan un estado de conservación excepcional. Dos de ellas representan a los emperadores Augusto y Calígula, togados como si fueran divinidades. “En ninguna parte del imperio se han localizado representaciones de este tipo”, ha subrayado el catedrático Carlos Márquez. La primera de ellas representa el modelo divus Augustus Pater, esto es, a Augusto cuando fue elevado a los altares. Bajo este criterio se representa también a Calígula, calzado con botas militares, uno de sus rasgos identitarios. La representación femenina, que podría corresponder a Livia, viuda de Augusto, también responde al modelo. Después de que los restauradores recompusieran en los últimos meses las piezas halladas en el yacimiento, las estatuas se presentan casi completas, pero descabezadas. Era normal en la escultura romana que estas piezas fueran independientes y se ajustaran luego al cuerpo. En el Museo Histórico de Baena se conserva la cabeza de Augusto.
“Este acto sirve para devolver a la sociedad lo que nos encargó a través del estudio arqueológico realizado”, ha valorado Márquez. En el trabajo científico se ha podido concluir que la policromía de las piezas. Las estatuas masculinas estaban pintadas con togas purpúreas, amarillas ocres y blancas; mientras la femenina era representada en tonos rojizos y azul egipcio. Descubrir los mismos colores que vieron los colonos hispanorromanos “es una novedad puesta en relieve a nivel internacional”, ha informado el catedrático de la UCO, y ha logrado a partir de técnicas de espectrometría Raman, fotografía multiespectral e infarroja y estudios de luminescencia.

Estado previo peligroso
La restauradora Ana Infante, de la empresa Gestión y Restauración del Patrimonio Histórico, ha recordado que para la fabricación de las estatuas se utilizaron mármoles de cuatro procedencias diferentes, y que las piezas encontradas se encontraban “en un estado complicado y peligroso”, al hallarse en contacto con el suelo, con restos de humedad, con oxidación en los anclajes y por la aparición de microorganismos y sales solubles.
El rector de la UCO, José Carlos Gómez Villamandos, ha valorado “el apoyo y la colaboración” de la institución que representa “con el yacimiento de Torreparedores”. “Con estos resultados de investigación, el grupo que dirige Carlos Márquez no sólo ha contribuido a la generación de conocimiento y al avance científico, sino también a la transferencia de ese conocimiento para motivar un desarrollo económico y social en el entorno de Baena”. En esta línea, el alcalde de Baena, Jesús Rojano, ha agradecido la “apuesta investigadora de la Universidad de Córdoba también por las humanidades” y se ha mostrado convencido “que en los próximos años se lograrán nuevos descubrimientos con los que sigamos asombrando al mundo”.

FUENTE: ANTONIO MARTÍN (UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA)

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HOMENAJE A FERNANDO VÁZQUEZ OCAÑA

Os incluyo referencias en distintos medios de comunicación de la repercusión que han tenido las jornadas de periodismo para homenajear a Fernando Vázquez Ocaña. A la espera de que siga recabando más informaciones en el buscador, el Grupo Amador de los Ríos y este acto se han visto reflejados en los siguientes medios de comunicación:

La Vanguardia

Diario Córdoba

El Día de Córdoba

Córdoba Información

Europa Press

La Información

Baena Digita

Diario Córdoba

Cancionero

Diario Córdoba
Paco Expósito.

HOMENAJE A FERNANDO VÁZQUEZ OCAÑA

EMOTIVA CARTA DE JOSEFINA FERNÁNDEZ VÁZQUEZ EN EL HOMENAJE A FERNANDO VÁZQUEZ OCAÑA

BAENA, 24 DE SEPTIEMBRE 2016

Fernando Vázquez Ocaña falleció el 29.09.1966 a las 7:30 de la mañana. Caty, la mujer que le cuidaba desde hacía varios años, dijo que él se levantó de su cama y débilmente caminó unos pasos hacia el salón y señalando con su mano, balbuceaba diciendo: Los niños que vayan al refugio, caen bombas.. al refugio…Los niños…Estaba delirando.. Entonces ella le ayudó a regresar a la cama, le sentó en la orilla y él cayó de espalda sobre la misma, al ver eso, Caty salió corriendo a pedir auxilio, pero cuando llegaron a verle, estaba muerto.

Él vivía en la calle de Miguel Shultz 138 piso 25 en la Colonia San Rafael de la Ciudad de México. El edificio de estilo Neo Colonial Moderno, fue construido alrededor de 1940 y el diseño fue inspirado en la arquitectura impuesta por los españoles en México. Sus arcadas en patios y ventanas gustaban mucho a Fernando que no quiso mudarse de allí hasta su muerte.
Su piso era muy amplio, por todas partes había libros y revistas. Los sofás eran de piel marrón obscuro. Su escritorio y su máquina de escribir fueron su lugar favorito. Siempre escribía y nos leía lo que acababa de escribir.

En la misma calle de Miguel Shultz , justo al lado, había un Centro de Detención Migratoria y una tarde que le visitamos le comentó a su hija Pepita: “¿Sabes? Me he enterado que han detenido a un grupo de comunistas y les tienen aquí al lado. Cuando pasaron los años, leímos en una revista cubana que esos presos habían sido: Fidel Castro, Ché Guevara y otros , quienes salieron libres para después seguir su misión de embarcarse en el yate Granma y dirigirse a Cuba para hacer la Revolución de 1956.

También en la misma calle, pero en el número 73-3 er. piso, vivió y murió el gran poeta León Felipe.

Como la familia Vázquez vivía relativamente cerca unos de otros, las visitas mutuas eran frecuentes. Los domingos eran reunión obligada para comer. A él le encantaban las Patas de Cangrejo Moro y las compraba en abundancia en el mercado de San Juan. Después de la comida, él gustaba de pasear y era un deleite escucharle hablar, pues siempre tenía un tema interesante que narrar con su voz grave, pausada y muy elocuente. Su acento baenense jamás lo perdió. Era sobrio en todo y muy serio. Casi nunca reía, pero su rostro mostraba una bondad profunda.

Fernando Vázquez O. era un hombre elegante que siempre vistió de traje y corbata. Sus modales eran a la antigua usanza. Su pelo rizado y obscuro lo peinaba con gotas de zumo de limón. Usaba colonia muy discreta.

Era muy respetuoso, hablaba con solemnidad a toda la gente y a los humildes les ayudaba con algo de dinero. Al barrendero le saludaba y le hablaba de «usted».

Era muy generoso, le encantaba regalar sobre todo en los días onomásticos. A sus nietos solía obsequiar libros infantiles para fomentar el hábito de la lectura. A su nieta Laura le compró el libro Tristán e Isolda. Él amaba el castellano bien hablado y corregía siempre, si escuchaba una palabra mal dicha.

Por las tardes se reunía con conocidos periodistas, escritores y amigos en las tertulias del Café Latino, ubicado en la calle López y en el Café Sorrento.

Los sábados daba su paseó e iba a comprar sus dos Revistas favoritas: París Match y la revista cubana Bohemia.

Todas las Navidades que vivió en México, no dejó una sola sin comprar y llevar a su familia las peladillas y las castañas. Sólo él tenía esa costumbre.

Hasta el final de su vida, pasaba todas las noches, antes de llegar a su casa, a saludar a sus hijos solteros. Charlaba con ellos mientras se fumaba un puro, se despedía y se iba.

Para concluir, Fernando Vázquez Ocaña fue el consuegro del Héroe del Proletariado y Líder Sindical de las Minas de Riotinto, Eladio Fernández Egocheaga.

FOTOGRAFÍA: En la imagen, Josefina Fernández, durante la lectura de la carta, Maruca Posadas y Francisco Expósito, durante la clausura de las jornadas.

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LA RECUPERACIÓN DE UN PERIODISTA OLVIDADO

Estimad@ amig@ del Grupo Amador de los Ríos:
Hemos preparado la siguiente para las Jornadas de Periodismo y Segunda República que celebraremos este sábado.
Nos gustaría contar con tu asistencia si te es posible acudir.
Saludos,
Grupo Amador de los Ríos.

PROGRAMA
Sábado, 24 de septiembre de 2016
I Jornadas sobre periodismo y Segunda República. Homenaje a Fernando Vázquez Ocaña
10.00 Inauguración de las jornadas.
10.15 “Actividad parlamentaria de los diputados por Córdoba en las Cortes Constituyentes de la II República”. José Luis Casas Sánchez, doctor en Historia.
11.00 Descanso
11.15 “Socialismo y republicanismo en la prensa cordobesa”. Antonio Checa Godoy, Universidad de Sevilla.
12.00 “Vázquez Ocaña. Recuerdos de un encuentro”. Antonio Ramos Espejo, Universidad de Sevilla.
12.45 “Bermúdez Cañete y Piedrahita Ruiz, amigos pero no correligionarios de Fernando Vázquez”. Manuel Piedrahita, periodista.
13.15 “Fernando Vázquez Ocaña y el periodismo cordobés tras el 18 de julio”. Francisco Expósito, doctor en Periodismo.

Sábado, 17 de diciembre de 2016
20.00 Presentación del libro García Lorca. Vida, cántico y muerte, de Fernando Vázquez Ocaña.

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LOS ÚLTIMOS DÍAS DE FERNANDO VÁZQUEZ OCAÑA. UNA RECREACIÓN DE FRANCISCO EXPÓSITO

Soy FERNANDO VÁZQUEZ OCAÑA, amigo de Negrín y biógrafo de García Lorca. Exiliado en México DF desde 1940, sé que estoy agotando la savia del árbol que me mantiene vivo. Mis pies ya no están para viajar, pero sueño con regresar a Barcelona, la ciudad que tuve que abandonar a comienzos de 1939 ante la presión de los bombardeos franquistas. Regreso en demasiadas ocasiones a aquellos años. Nadie me puede arrebatar la memoria.

En 1939 era el portavoz del Gobierno de Juan Negrín y director de La Vanguardia. Pocos meses antes tuve que enviar a mis ocho hijos con familias belgas, tras fallecer mi mujer con 37 años.

La huida de Barcelona fue precipitada. Tuvimos que dejar todo, no daba tiempo para recoger nada ni había medios para su traslado. El 26 de enero abandoné Barcelona. Nos dirigimos al castillo de Figueras. Mi amigo Juan Negrín proclamó tres condiciones: la independencia de España de cualquier injerencia extranjera, la celebración de un plebiscito para que el pueblo decidiera la forma de gobierno que deseaba y que no hubiera ningún tipo de represalias tras la guerra. Pero ya era demasiado tarde para poner condiciones.

Ahora lo recuerdo en mi exilio. Aquellos instantes los relaté en un libro (Pasión y muerte de la Segunda República española) que se publicó en París en 1940: “El último capítulo es triste. A medida que las fuerzas enemigas, superabundantemente recobradas (Hitler y Mussolini tenían prisa y Chamberlain ansiaba que cuanto antes y como fuera se apagase el volcán español) desencadenaban su ofensiva, la fatiga de los republicanos hacía sentir sus efectos. El Alto Mando trasladó su cuartel general cerca de la frontera (…). La noticia trascendió por Barcelona y se temió que la ‘quinta columna’ hiciese su aparición. Sin embargo, los ministerios y una parte de la población civil, acuciada por el terror, evacuaron con orden. El terrible éxodo hacia el norte, como el de la población malagueña hacia el este, fue una riada alucinante, bajo la metralla de la aviación franquista. Los caminos y carreteras quedaron sembrados de pobres cadáveres, de vehículos rotos, de bagajes indescriptibles”.

Todo había acabado ya. Comenzaba una lucha por la supervivencia, la de miles de exiliados que huyeron de España, con el temor de ser apresados por los nazis y ser enviados a campos de concentración o de exterminio o ser devueltos a la España franquista. Entre estos miles de exiliados estaba Antonio Machado, con el que mantuve cierta relación. Cuando dirigía La Vanguardia me enviaba sus colaboraciones. ¿Quién si no que Machado para representar el simbolismo de la España que moría con el franquismo? Su hermano José lo escribiría en su diario: “Venía herido de muerte del fatal éxodo”. El poeta, que lo había sido todo, llegó a Francia como el más humilde de los exiliados españoles y falleció en Colliure el 22 de febrero de 1939.

Mis dificultades en el exilio aparecieron cuando se extinguieron mis ahorros. En México comencé a escribir textos en los que analizaba la situación de España tras la guerra civil o la división que se produjo entre los socialistas. Sin embargo, pronto abandoné la primera línea política y traté de buscar otros caminos en los que pudiera alimentar a mi familia. Sólo tenía mi pluma y mi capacidad constante por aprender. Primero fue colaborando con la editorial Grijalbo y después con el apoyo de mi amigo Máximo Muñoz, con el que acompañé a Federico García Lorca en 1935 en su visita a Córdoba y a Fuente Obejuna. Ese viaje lo recogí en mi libro García Lorca. Vida, cántico y muerte, que publiqué en 1957.

En mis años de ardor revolucionario en Baena, nunca pensé que, siendo hijo de un carpintero de Baena, que no había podido estudiar en la Universidad, llegaría a relacionarme con algunos de los principales intelectuales de la primera mitad del siglo XX. Pero siempre pensé que tenía que leer, que debía escribir para transmitir todo lo que pasaba por mi cabeza. Quise ser poeta y en las largas sesiones de las Cortes en las que fui diputado por Córdoba aprovechaba para emborronar algunas cuartillas. Me acuerdo de aquel poema que publiqué en la Revista Popular en 1927 bajo la influencia de Federico:

A la luna lunera, vámonos mi jaca.
A la luna lunera, tras una mujer.
A la luna lunera, jaquilla bonita
a la luna lunera, que se fue con él.
Que se fue con él y me siento solo
y la galga lebrera, y el parral también,
y el trigal de la fuente, y el almendro lloran.
Que mi hermana no canta ya al amanecer
a la luna lunera, vuela mi jaquilla.
Que mi hermana no canta ya al amanecer.

Hoy recuerdo esos años, aunque ya me cuesta respirar. El mes de septiembre de 1966 agoniza y yo con él. No podré regresar a España.

PD: El próximo 29 de septiembre se cumplirán 50 años del fallecimiento de Fernando Vázquez Ocaña en su exilio de México DF. El Grupo Amador de los Ríos homenajeará al periodista baenense el próximo 24 de diciembre.

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UNA GÁRGOLA PARA PACO ARIZA

Por José Javier Rodríguez Alcaide
El arte de Paco Ariza aporta otro tipo de conocimiento a la vieja o reciente historia de Baena que además la complementa. Las imágenes artísticas de sus personajes, conjuntos, cosas fijan las costumbres y usos de Baena en su Historia.
Así, los Juan Alfonso y Santo de Henares, emplazados en el centro administrativo de la ciudad, hacen discurrir en paralelo la historia, sus personajes, actores junto al artista.
Paco ha ayudado a que camine historia del pueblo junto a sus creaciones, tales como el judío, el tambor, el grupo de aceituneros, sitos delante de la iglesia de Guadalupe.
La interpretación del pasado e incluso del presente puede lograrse a través de sus ideaciones porque pasear por Baena es un diálogo entre su propia historia y el arte de Ariza hecho historia. Hay un trasfondo cultural en el hecho de que los baenenses acepten y admiren las imágenes de paisano artista.
Cuando Paco Ariza muera será para su pueblo una especie de espejo del tiempo, porque una de sus aspiraciones es la de pervivencia en ese tiempo y sus creaciones le harán ser recordado en el transcurso de horas y días.
Sus imágenes vigilan la ciudad y el debería también vigilarla desde una gárgola que se instalara en una esquina del alar de Santa María La Mayor. Una gárgola que le recordara y sirviera, además de para drenar las aguas del tejado del templo, para que el espíritu de Ariza ahuyentara el Maligno e impidiera un mal a Baena.
Cuentan que cuando un catedrático famoso fallecía en la Universidad de Oxford se le perpetuaba en una gárgola con forma de grifo. Si así se hiciera con Paco Ariza el grifo, como atributos, debería portar pincel, gubia, una aceituna y en sus alas sus nuevas arquitecturas. Debería ser emplazado mirando al noroeste, al «finis terrae» de Baena.
Paco, que es comedimiento, discreción, paciencia y buen gusto, es la mejor alegoría de las artes que quedaría siempre viva en esa gárgola con forma de grifo.
Quizás con el tiempo se lleguen a colocar otras gárgolas en Santa María La Mayor para recordar a ilustres baenenses en las Letras y en las Ciencias.
La gárgola, dedicada a Paco Ariza, funcionaría en el futuro cual conciencia para que Baena no se olvidara de las Artes.

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I JORNADAS SOBRE PERIODISMO Y SEGUNDA REPÚBLICA

Estimados amigos del Grupo Amador de los Ríos:

Os incluimos el programa de las primeras “Jornadas sobre Periodismo y Segunda República. Homenaje a Fernando Vázquez Ocaña”, que organizará el Grupo Amador de los Ríos, con la colaboración del Ayuntamiento de Baena.

Tendrán lugar el próximo 24 de septiembre (sábado), a partir de las 10.00 horas en la Casa de la Cultura.

El programa definitivo es el siguiente:
PROGRAMA
Sábado, 24 de septiembre de 2016
I Jornadas sobre periodismo y Segunda República. Homenaje a Fernando Vázquez Ocaña
10.00 Inauguración de las jornadas.
10.15 “Actividad parlamentaria de los diputados por Córdoba en las Cortes Constituyentes de la II República”. José Luis Casas Sánchez, doctor en Historia.
11.00 Descanso
11.15 “Socialismo y republicanismo en la prensa cordobesa”. Antonio Checa Godoy, Universidad de Sevilla.
12.00 “Vázquez Ocaña. Recuerdos de un encuentro”. Antonio Ramos Espejo, Universidad de Sevilla.
12.45 “Bermúdez Cañete y Piedrahita Ruiz, amigos pero no correligionarios de Fernando Vázquez”. Manuel Piedrahita, periodista.
13.15 “Fernando Vázquez Ocaña y el periodismo cordobés tras el 18 de julio”. Francisco Expósito, doctor en Periodismo.

Sábado, 17 de diciembre de 2016
20.00 Presentación del libro García Lorca. Vida, cántico y muerte, de Fernando Vázquez Ocaña.

Si puedes acompañarnos ese día, estaremos muy agradecidos de contar con tu asistencia.
Grupo Amador de los Ríos.

I Jornadas Periodismo

Programa I Jornadas