NOCHE VIEJA: MODOS DE MIRARLA

Debería permanecer encajada
para que no nos sea obligado
esperarla.
¿Es amenaza que un enemigo
podría mandar?
Sería grave que no se presentara
más.

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La Noche Vieja barre la calle del Año
con sus escobas de frío y viento.
Si no hubiera sido esa Noche
o pudiera haber dejado de ser
el silencio nos rodearía hasta
la Infinidad.

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La Noche en que el Año se va
o el Día en que el Año llega
¿son iguales en verdad?:
solo para el que aquí se queda.

José Javier Rodríguez Alcaide
Día 27 de diciembre de 2014.
Dedicado a Juan Manuel Fernández Pastor1908488_691747144276354_1418356970614804546_n

PROFUNDO HUNDIMIENTO (*)

La Cueva del Yeso sobrevivió a la Noche.
Por los espeleólogos entró en el Día.
Oportunidad es del Mañana de los vivos
pues jamás ya será de los muertos.

Tendrá la Cueva que justificar su Fama
para dejar de ser Abismo negro.

Oye allí dentro los silencios
como si carecieras de oído.
Ve los yesos con el ojo de otro
para entender que la luz vino.

Dentro, inmortal está la Paz
sin ortografía de antepasados
en espera de tu sobrecogimiento
ante el misterio que impregna
tan sinuoso y profundo hundimiento.

José Javier Rodríguez Alcaide
(*) Dedicado a Maria Jesús Serrano y a Jesús Rojano.

Fotografía: El espeleólogo José Antonio Mora y la concejala Manuela López, en la visita de ayer.

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LA CONSEJERA DE MEDIO AMBIENTE Y EL ALCALDE DE BAENA INAUGURAN LA CUEVA DEL YESO

La consejera de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, María Jesús Serrano, y el alcalde de Baena, Jesús Rojano, han inaugurado hoy la Cueva del Yeso de Baena, una iniciativa con la que se persigue hacer compatible la actividad económica con la preservación de este enclave natural. La apertura de esta cueva es, según Serrano, una oportunidad de negocio vinculado al medio ambiente que repercutirá en la desarrollo socieconómico de la comarca ya que se prevé que atraiga a numerosos visitantes.

En opinión de la titular de Medio Ambiente, la Cueva del Yeso es, al igual que el parque arqueológico de Torreparedones de Baena, un lugar excepcional para los investigadores y especialistas, que la sociedad “debe rentabilizar desde un punto turístico y económico”. Para Serrano hay que aprovechar la singularidad y originalidad de este municipio cordobés, donde en un área de apenas 15 kilómetros se ofrece además del centro histórico de la ciudad, un conjunto arqueológico como el de Torreparedones y una cueva sorprendente como la del Yeso”. En este sentido ha destacado que “cada visita turística contribuye a la creación de empleo para los habitantes de esta localidad, donde su Ayuntamiento trabaja para fomentar nuevas oportunidades de negocio, aunque necesita el apoyo de emprendedores”.

Con un recorrido de unos 150 metros, el Ayuntamiento celebrará varias jornadas de puertas abiertas antes de fijar un precio público para la visita. Según ha explicado el alcalde de Baena, con un presupuesto de 44.000 euros se ha diseñado un itinerario «en tiempo récord», ya que fue a finales de septiembre cuando tuvo lugar la apertura del habitáculo que da acceso a la cavidad. Rojano ha señalado que las visitas se harán en grupos reducidos, de unas diez personas. Para ello, hasta que se apruebe el precio público de la visita se harán jornadas de puertas abiertas, con inscripciones gratuitas en la Oficina de Turismo. Para el alcalde, la Cueva del Yeso significa «un complemento al yacimiento arqueológico de Torreparedones», ya que demuestra «la riqueza y patrimonio» que tenemos en Baena.

Las obras para la apertura de la Cueva del Yeso comenzaron con la excavación y posterior construcción del habitáculo donde se ha construido la puerta de entrada. El objetivo de esta intervención era doble: evitar el desnivel de la zona de acceso originaria y respetar las condiciones climatológicas internas para no alterar el ecosistema de la colonia de murciélagos.

La Cueva del Yeso, que se encuentra a ocho kilómetros del núcleo urbano, está comunicada por la carretera A-3125, la cual transcurre entre Baena y Cañete de las Torres. Próxima al yacimiento de Torreparedones, se trata de la cuarta cueva de España de mayores dimensiones de este tipo y es la única del Valle del Guadalquivir compuesta de materiales de yeso, algo que la hace única en la geografía andaluza. Es la quinta cueva del mundo de este material en abrir a visitantes.

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CUENTO: LA NOCHEBUENA DE LOS VIEJOS

Por Antonio José Bujalance
Los tres hombres estaban sentados alrededor de la mesa, en un rincón de la taberna. Sobre el mármol, tenuemente calentado por el brasero, había dos vasos de agua, un cacharrito con bicarbonato, una copa de vino y dos tazas de café. Los tres hombres eran viejos, el más viejo tenía entre las manos una mugrienta baraja de cartas que nunca terminaba de barajar.

Estaban los tres callados.

El de las cartas se arrellanó en la silla, suspiró, bebió un buche de agua, y siguió barajando las cartas.

Siguieron callados.

El tabernero, sentado en otra mesa, ojeaba las estampas del «Abc» y deletreaba a media voz los titulares de los artículos. Se mojaba con saliva un dedo cada vez que pasaba una hoja.

—Me parece que esta noche no habrá tute- dijo uno de los viejos.
Los otros no le contestaron, ni siquiera le miraron, como si no hubieran oído sus palabras.

Estaban sentados junto a la ventana, a través de los cristales se veía la plaza.

Al fondo de la plaza se veía el cuadro iluminado de la puerta de la Iglesia, en el quicio había una sombra, un mendigo parecía, una persona. Y por la plaza, veían pasar de vez en cuando grupos de hombres y mujeres y chiquillos que cantaban. A través de los cristales veían un paréntesis de alegría que aquella noche se había abierto sobre la plaza. Aquella era una noche sin ayer y sin mañana. Los hombres, las mujeres y los niños estaban alegres, cantaban y bebían.

La sombra del mendigo en la puerta de la Iglesia era un borrón en la noche alegre.

—Sí- dijo un viejo- parece que esta noche ya no viene don Mauricio.
Y se llevó la copa a los labios. El vino sonó al atravesar su boca babosa y desdentada.

—Hoy cena en casa de su nieta- respondió otro viejo.

—Seguramente será eso.

Y se quedaron de nuevo callados.

El más viejo de los tres, con torpes movimientos, barajaba y barajaba incansable las cartas.

El viento, saturado de copos diminutos, azotaba los árboles desnudos de la plaza y hacía sonar los cristales. Los viejos veían moverse los árboles, oían los cristales y sentían el frío dentro de sus pechos.

—El año pasado tampoco vino don Mauricio por esta noche- dijo uno.

—El año pasado sí vino, fue hace dos años.

—Quizá.

Al más viejo de los tres -ochenta y dos, setenta y nueve, setenta y seis años- le salían las palabras sibilantes entre los dos únicos dientes, negros, carcomidos. El que bebía vino, el único de los tres que aún podía beber vino, tenía la voz gangosa. El tercero acompañaba cada palabra con un ronquido.

—La nieta de don Mauricio dirige este año le Campaña de Navidad, según creo.

—Yo este año he dado veinte duros más que el año pasado.

—Yo he dado lo mismo, yo no tengo los ingresos de usted, y además creo que Dios no olvida lo pasado por lo que se haga a última hora.

—Quizá, de todas formas yo los he dado.

Y volvieron de nuevo a quedarse callados. Se abrió estrepitosamente la puerta y entró una caterva de chiquillos cantando a voz en grito. El tabernero se levantó presuroso y les echó a la calle con cajas destempladas. El mayorcillo de ellos se resistió a salir.

—Un aguinaldo, por favor- pedía.

Pero el tabernero, de un empellón, le lanzó de bruces sobre el suelo embarrado de la calle.

Los tres viejos se removieron en sus sillas. Suspiraron. Y siguieron callados.

Pasaron los chiquillos— sucios, zarrapastrosos, medio desnudos— por detrás de la ventana. Ya no cantaban. Llevaban las manos metidas en los bolsillos. Se les veía el frío en las caras.

Los viejos volvieron a suspirar.

—El año que tampoco vino don Mauricio completó la partida Tomás.

—Pobre Tomás!- se lamentó el del vino.

—¡Ay! -suspiró el más viejo.

—El año que viene quizá se la completemos nosotros a él, allá donde ahora está.

—¡Quizá!

En la silla que quedaba vacía, la que debió ocupar don Mauricio, vino entonces a sentarse el espíritu de Tomás. Los tres le vieron. A cada uno le dijo una palabra sin letras, y después se fue.

Se abrió de nuevo la puerta de la calle y entró una pareja de novios, atravesaron el salón y desaparecieron por la puerta de los reservados. El le iba diciendo a ella.

—No te preocupes, esta noche no te dirán nada, y si te preguntan puedes decir que has estado en la Misa del Gallo.

Los viejos miraron a la novia. Y suspiraron los tres.

—¡Si se viviera dos veces…!—dijo uno.

—Cuando yo tenía esa edad…—empezó a decir otro. Pero tampoco siguió. Apareció en su rostro una sonrisa preñada de amargura. Resignación.

—En fin—dijo uno levantándose pesadamente. Le siguieron los otros dos. Se embutieron en los abrigos, se liaron las bufandas al cuello y se calaron los sombreros hasta las orejas.

Al salir a la calle, empezaron a tocar las campanas. Cada tañido abría una grieta en la atmósfera congelada. Y su eco se dejaba caer sobre la plaza como si quisiera cerrar el paréntesis de alegría que los hombres habían abierto aquella noche.

Caminaban los viejos por la acera, se detuvieron ante la confitería.

—Le compraremos algo a los nietos.

Salieron de la tienda—embutidos en los abrigos, calados los sombreros, liados en las bufandas—.

Y siguieron su camino, siempre torpes, lentos, cansados. Detrás de ellos salió un chiquillo con los paquetes y, corriendo, desapareció por la esquina de la Iglesia.

Pasaron—los sombreros calados—por delante de la Iglesia. Miraron al mendigo que, arrebujado tras el quicio, se resguardaba del viento helado. Era un viejo, tan viejo por lo menos como el más viejo de ellos.

—jPobre hombre!

—¡Con el frío que hace!
—-¡Qué Nochebuena para él !—.

Y los tres – ochenta y. dos, setenta y nueve, setenta y seis años – siguieron caminando, torpes, lentos, cansados.

La última campanada de la Misa del Gallo sonó entonces, fue una campanada fuerte y vibrante que rasgó las almas de los hombres como si cada una fuera un velo en el templo de Jerusalén.

El viento, como enfurecido por aquella campanada, empezó a soplar con fuerza, silbaba al doblar las esquinas de los callejones, Los viejos tuvieron que agarrarse del brazo.

—Este aire no dejará una aceituna en un olivo—dijo uno de ellos.

Los otros no le contestaron. Los otros no tenían olivos. Y no le escucharon.

El viento, huracanado, se arremolinó en la plaza y, abriendo las puertas de par en par, entró en la Iglesia arrastrando al mendigo hasta el altar mayor.

Los tres viejos seguían andando. Se cruzaron con el chiquillo que volvía de llevar los paquetes. Le llamaron y le dieron las gracias. Corrió él hacia la confitería y ellos siguieron caminando—por la calle, por la tierra, por el barro — siempre cansados… torpes… lentos…

NOTA: Cuento publicado en 1959 en la Revista ‘Adela’, antecedente de ‘Tambor’

ILUSTRACIÓN: Bailén

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BAENA EN NOCHEBUENA

Pueblo blanco, sosegado, al que desde el Marbella se le ve su alma, sube con dificultad hacia sus Almenas.
Se adivinan juncos y caracoles en las aguas del Marbella, que arañan las raíces de olivares, verdes, contra los ocres de sus peñas.
Paseando por sus riberas murmullan los olivos junto a sus huertas, mientras un viento suave sus copas refresca. Luces verdes, blancas, moradas como diademas.
Nada perturba el romanticismo que emana de un atardecer puro en Baena.
Yo disfruté de niño por los caminos terrizos que acompañan a los sinuosos caprichos del río Marbella.
Siempre recordaré la brisa, grata como una crema, en el atardecer de aquella Nochebuena.

José Javier Rodríguez Alcaide
Nochebuena de 2014.

Fotografía: Una escena del portal de Belén de José Antonio Esquinas, montado en 2013 en el colegio La Milagrosa, de Córdoba.

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CUENTO DE NAVIDAD Y CONCORDIA. EL RECUERDO DE ANTONIO DE LOS RÍOS

NUEVO BOLETIN DEL GRUPO AMADOR DE LOS RIOS

Por Carmen Menchero de los Ríos (*)

Quienes hemos superado la primera mitad de nuestra existencia asistimos a la inauguración de las luces navideñas sobrecogidos por el recuerdo de quienes ya nos dejaron y el inevitable balance del año que se nos va. El azar es caprichoso, pero hay ocasiones en las que parece orquestar un sutil entramado de casualidades que nos empujan a descubrir hechos de nuestra biografía que nosotros mismos ignoramos.

Con la referencia de gentes y sucesos recogidos en la novela de Paulina Trujillo “Los latidos del tambor” y algunos textos manuscritos firmados por mi abuelo, Antonio de los Ríos Urbano, este verano pude por fin conocer aquellos interminables olivares de Baena que él añoró hasta su muerte y tuve ocasión de perderme por las calles que tantas veces transitó, en busca de una familia con quien esta Asociación tuvo la amabilidad de ponerme en contacto.

Arropada por su afecto, pese a que nos separan varias generaciones, recorrí el pueblo a la sombra de casas encaladas y monumentos que habían sido mudos testigos de hechos que nunca deben repetirse. Buscaba el recuerdo de D. Antonio, aquel periodista tan elogiado por la prensa de la época, que tras engrosar las filas del partido socialista ocupó el puesto de primer y último alcalde republicano de Baena, terminando por abandonar la localidad tras dimitir de su cargo en los primeros días de julio de 1936.

De su puño y letra había palpado el fracaso de un sueño ahogado en la sinrazón de la violencia y su decepción plasmada en textos inéditos, como no podía ser de otra forma, escritos durante un largo destierro en los años grises de la dictadura, apartado para siempre de su profesión de periodista. Palabras amargas que no parecen escritas por el hombre que años antes declaraba con firmeza “hemos venido al Ayuntamiento a administrar, no a hacer política”, al tiempo que sus coetáneos celebraban su regreso al consistorio en 1936 describiéndolo como “periodista prestigioso por el estilo de su pluma, inteligente y comprensivo con una atención férvida para los humildes y un gran respeto para todos, su silueta es popularísima en Baena y la comarca”.

También por aquella época los medios se hacían eco de noticias de actualidad en estos días, relacionadas con corruptelas y escándalos que le llevaron a desenvainar su prosa para defender en la prensa su gestión al frente del Ayuntamiento, de cuyo balance formaron parte en aquel primer mandato el arreglo de calles y caminos vecinales, amén de los esfuerzos por paliar la lacra del paro y el analfabetismo e impulsar la acción de la Beneficencia municipal y la Casa de Socorro. Junto a ello, no olvidó mencionar logros de los que se sentía especialmente orgulloso como fueron la creación de la Gota de Leche (de la que recuerdo que me habló mi madre en alguna ocasión), además de la biblioteca municipal y la institución de becas para estudiantes.

En aquella visita a Baena, sentada frente al nuevo Ayuntamiento, pude imaginarle cruzando la plaza pausadamente, preocupado por esos proyectos cuya viabilidad dependía de un escueto presupuesto municipal, pero vitales para articular las bases de un futuro más halagüeño para sus convecinos. Sin embargo, en menos de un lustro, aquel escenario se vio cubierto por una orgía de sangre inocente que confluyó en un reguero macabro con la derramada en el Convento de San Francisco. Ideales truncados y vidas rotas, un saldo de silencio que cubrió con el manto del olvido todo avance, todo progreso, reducido a partir de entonces a un burdo esperpento, desfigurado durante generaciones por el espejismo de un orden impuesto por la autoridad y la paz helada de los cementerios.

Lamento no haber heredado la pluma de Antonio de los Ríos para reivindicar, al filo de los 80 años de aquella catástrofe, el tesón de tantos que, como él, se vieron desbordados por el odio y la violencia, biografías atrapadas en un entramado de afectos y convicciones, donde la esfera pública y privada se confundió en la niebla de la sinrazón. Amordazada la palabra, aún esperan turno para hacer oír su voz, al compás de una recuperación de la memoria histórica que no será completa sin su testimonio:

“Persecuciones, vejámenes, incomprensiones, desengaños son frutos mortificantes que suelen cosechar los hombres de ideales”.

Para el año que entra, el esfuerzo por comprender ideas “blancas o negras” que “acertada o equivocadamente propugnan todas por la consecución de algo que cada cual presupone como panacea sublime” parece un propósito, aún hoy, necesario y de plena actualidad.

(*) Carmen Menchero de los Ríos es nieta de Antonio de los Ríos Urbano.

BOLETIN 52 GRUPO AMADOR DE LOS RIOS

EL CUADERNO DE BAENA Y LOS JUDÍOS. FELICITACIÓN DE NAVIDAD DE FRANCISCO EXPÓSITO EXTREMERA

Con motivo de la Navidad, Francisco Expósito ha recopilado en un cuaderno algunas de sus investigaciones sobre la relación de Baena y los judíos. El cuaderno lo podéis descargar en el enlace que incluimos al final.

“La cultura, una de nuestras principales riquezas, solo se conserva si se transmite. Nuestra mayor contribución es llevarla a los demás.
Francisco Expósito Extremera”

El cuaderno se inicia así:
La historia de Baena no se entiende sin su especial relación con el pueblo judío en los últimos seis siglos, una vinculación poco destacada hasta ahora pero que es fácilmente reconocible en la cultura baenense. Ese cruce de influencias sitúa a la antigua villa como uno de los lugares que albergó más judíos y conversos en la provincia, sobresaliendo también destacados intelectuales como José Amador de los Ríos, que impulsó la revisión de la aportación de este pueblo en la historia de España y Portugal, y también poetas que entraron en la literatura universal como el judío converso Juan Alfonso. El siglo XX no pasará inadvertido tampoco para afianzar una relación que tiene en Ruiz Santaella a uno de los escasos españoles reconocidos como Justo entre las Naciones. Tampoco hay que olvidar las denuncias sobre el racismo judío practicado por los nazis que difundió a través del periódico El Debate el periodista Antonio Bermúdez Cañete y que provocaron finalmente su expulsión. Esta historia de vinculaciones no se ha reconocido suficientemente, por lo que su importancia podría trascender a través de futuros proyectos que podrían contribuir a convertir Baena en un foco de interés turístico por su importancia para la cultura judía y como lugar en el que terminaron integrándose gran número de conversos.

En el año 2000 el profesor Salamon Eskenazi aseguraba que se había escrito mucho sobre la expulsión del pueblo judío de España y Portugal, aunque, en opinión de este intelectual judío, “uno de los más importantes autores que ha profundizado en estos recuerdos, quizás porque no era judío, es José Amador de los Ríos”, que en el año 1848 publicó Los judíos de España. Estudios históricos políticos y literarios, y que en 1875 escribió “el monumental trabajo” de la Historia social, política y religiosa de los Judíos de España y Portugal. El texto del escritor baenense se convierte en una de las primeras historias revisionistas sobre la importancia de los hebreos en la península ibérica: “Con la expulsión de los hebreos se echaban de los dominios españoles las verdaderas fuentes del bienestar de los pueblos: el comercio y la industria sufrieron, pues, un golpe mortal, bien que menos sensible para la segunda que con la reciente conquista de Granada recibía para Castilla nuevos cultivadores. El comercio, por el contrario, cerraba las puertas a los pueblos vencidos y perdía por el momento casi toda su vida” (José Amador de los Ríos, 1848).

La reedición del libro Los judíos de España, publicado por Urgoiti Editores en 2013 con prólogo de Nitai Shinan, corrobora la importancia que el pueblo judío otorga al intelectual baenense. Así, los investigadores judíos alemanes y franceses del siglo XIX reconocieron esa contribución. “Los escritos de Amador de los Ríos fueron bastante conocidos para los pioneros de la investigación israelí sobre la historia de los judíos de España. Él fue citado por destacados historiadores como Yizhak Baer o Haim Beinart. Pero lo que le hizo más conocido fue la discusión sobre su obra del historiador judío israelí/estadounidense Ben Zion Netanyahu, el padre del actual primer ministro de Israel”, asegura Nitai Shinan en una entrevista publicada en el diario Córdoba el 28 de mayo de 2013. “Lo que me impresionó profundamente en la figura de Amador como historiador es su gran deseo, a veces casi obsesivo, de ganar el galardón de la imparcialidad y de esquivar las grandes polémicas que rodeaban la historia de los judíos de España, especialmente en la interpretación de la Inquisición y de la expulsión. Pero sus profundas convicciones humanitarias no le permitieron pasar en silencio por los sufrimientos y la tragedia final que puso fin a la residencia judía en España en 1492, reflexiones que le llevaron a criticar muy duramente en su último libro (Historia social, política y religiosa de los judíos de España y Portugal) a los Reyes Católicos, responsabilizándolos por todos los sufrimientos acontecidos en la expulsión de 1492”, añadía Shinan (…).

ENLACE:
http://www.amadordelosrios.org/…/CUADERNO-JUDIOS-Y-BAENA.pdf

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NUESTRA FELICITACIÓN DE NAVIDAD

Soñamos con la cultura y con su difusión hasta llegar al último lugar. Porque la cultura transmite valores y construye cimientos para alcanzar una sociedad más justa. Así surgió la Asociación Grupo Cultural Amador de los Ríos en 2007 y desde entonces tratamos de edificar una sociedad en la que la CULTURA sea pilar esencial para impulsar nuestra historia y su riqueza artística, para recuperar a quienes se convirtieron en creadores universales o destacaron por impulsar Baena y su comarca. Porque pensamos que sin cultura no hay futuro, reivindicamos que se convierta en cuestión nuclear de la agenda de todos los que están al frente de la administración del interés general.

Este año felicitamos la Navidad con dos baenenses que han contribuido a impulsar la cultura desde hace años, Rafael Ruiz Arjona y José Antonio Santano. A ambos agradecemos su colaboración en la postal navideña que han preparado Marivi Ruiz de Prado y Juan Carlos López.

Felices fiestas y que 2015 sea el mejor año cultural para todos los baenenses.

La Asociación Grupo Cultural Amador de los Ríos

 

Felicitacion 2014

YA SE PUEDE HACER LA INSCRIPCIÓN PARA EL CONGRESO INTERNACIONAL CANCIONERO DE BAENA POR INTERNET

Del 26 al 28 de febrero de 2015 se celebrará en la ciudad de Baena el III Congreso Internacional Cancionero de Baena. En estos días especialistas de universidades de España, Estados Unidos, Italia, México, Brasil, Argentina, Portugal, Reino Unido, Francia, Polonia, entre otros países, llevarán a cabo en este encuentro una puesta al día sobre el Cancionero de Baena, otros cancioneros, y la poesía de cancionero en general: fuentes, documentación histórica, autores, ediciones, pervivencia e influencia, nuevas lecturas, cancioneros y romanceros, etc.

La inscripción en el congreso es GRATUITA. Puede realizarse ya en la web www.juanalfonsodebaena.org

Esta actividad tendrá los siguientes reconocimientos:
– Curso con certificado de Extensión Universitaria para universitarios de la UCO con 2 créditos (Grados Estudios Ingleses, Filología Hispánica, Gestión Cultural, Historia, Historia del Arte, Ingeniería Eléctrica, Ingeniería Electrónica Industrial, Ingeniería Informática, Ingeniería Mecánica y Traducción e Interpretación). Para el plan de estudios antiguo 3,5 créditos. Director académico: Prof. Dr. Salvador López Quero.

– Actividad formativa para el Doctorado Interuniversitario en las universidades de Córdoba, Extremadura, Huelva y Jaén.

– Profesorado no-universitario de toda Andalucía: 23 horas.
Actividad en proceso de reconocimiento e inscripción en el Registro de actividades de formación permanente del profesorado de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía.

– Certificado de asistencia a todos los participantes.

Durante los días del congreso habrá un autobús diario Córdoba-Baena-Córdoba para facilitar el desplazamiento de los estudiantes residentes en la capital.

Inscripc Cancionero