NUEVOS PREMIOS PARA LOS VINOS BAENENSES

La cooperativa Jesús Nazareno de Baena no ha podido tener un mejor refrendo a los actos de celebración del 50 aniversario de su fundación que la concesión de tres premios que vienen a reconocer la gran calidad de sus caldos. Los XIX Premios Mezquita, que se entregan en Córdoba y están reconocidos por el Ministerio de Agricultura, han premiado al fino ‘Cancionero’ y a su ‘PX’ con dos “mezquitas oro”, mientras que su tinto ‘Castillo de Baena’ ha conseguido el bronce.
Estos reconocimientos vienen a poner el colofón a la gran trayectoria que ha seguido la bodega baenense bajo la presidencia de Rafael Trujillo, que ha presentado su dimisión para dar paso a nuevos dirigentes tras 22 años en el cargo. La presidencia interina ha sido asumida por Juan José Tarifa, hasta ahora vicepresidente. La cooperativa celebrará asamblea general en noviembre.
Con Rafael Trujillo se produjo un relanzamiento de los caldos baenenses, se procedió a la renovación de la maquinaria de la cooperativa y se introdujeron los vinos tintos. En la actualidad, las bodegas baenenses son reconocidas en el consejo regulador de la denominación Montilla-Moriles por su esmero en la protección de la calidad, convirtiéndose en una de las vitivinícolas que pagan mejor el precio de la uva a sus socios al embotellar toda la producción y no tener excedentes.

Comentario: F. Expósito.

Vinos baenenses

SANTA MARÍA LA MAYOR: AÑO 1916

La fotografía firmada por Castellá en la revista ‘Estampa’ en 1916 es historia de hace casi un siglo. El barroquismo ornamental de la iglesia de Santa María la Mayor, que pervivió hasta julio de 1936, es maravilloso. Quizás un poco cargado, pero da muestras de la grandiosidad de la que fue llamada “Catedral de la Campiña”. Existen muy pocas imágenes de este periodo, algunas localizadas en el archivo de la fundación del polémico empresario Juan March.

La iglesia mayor de Baena sufrió más que ninguna (tampoco hay que olvidar Santa Marina) las sinrazones del hombre, los excesivos intereses creados y los odios que fueron engendrando los cambios que deseaba una mayoría de la población frente al inmovilismo que se quería mantener. Todos perdimos.

Santa María la Mayor tuvo que esperar muchas décadas para reinterpretarse. Los daños habían sido excesivos. A pesar de esto, la nueva Iglesia Mayor quedará siempre como símbolo de lo que nunca debió ocurrir. Monumento para el recuerdo de los baenenses. Lugar para la memoria histórica.

Comentario: F. Expósito.

Iglesia Mayor 1916

BAENENSES ASESINADOS EN CAMPOS DE CONCENTRACIÓN NAZI

Antonio Navarro Ortiz (en la foto) tenía 46 años cuando fue asesinado en el campo de concentración nazi de Gusen, el 20 de junio de 1941. Allí había sido trasladado el 17 de febrero de ese año. Los tres hermanos Albendín Navarro acabaron su vida en el campo de Gusen. Miguel tenía 31 años; Rafael contaba con 39 y Santiago era el menor, con 26. Los tres hermanos baenenses murieron en sólo diez días. El primero, Miguel, falleció en Gusen el 15 de enero de 1942. Santiago moriría cinco días después y Rafael, el 25 de enero. Son cuatro ejemplos, no los únicos, de la tragedia que siguió a la guerra (in)civil española.
El historiador Arcángel Bedmar continúa con sus trabajos sobre la historia de la Guerra Civil y la posguerra en Baena. Tras sus profundos análisis de lo sucedido en la Guerra Civil, ahora aporta nuevos hallazgos sobre los baenenses que murieron en campos de concentración nazi, fundamentalmente Gussen y Mauthausen. El drama de estos paisanos que huyeron del franquismo fue tremendo. Apresados por los nazis, fueron enviados a campos de exterminio en los que se ha contabilizado, hasta el momento, la muerte de 15 baenenses, con lo que Baena es el segundo municipio, tras Posadas, del que se tiene constancia de más víctimas.
Os incluimos el enlace con el listado de todos los fallecidos publicados por Arcángel Bedmar:
http://arcangelbedmar.files.wordpress.com/2013/09/baenenses-asesinados-en-mauthausen.pdf

A continuación publicamos el inicio del interesante texto de Arcángel Bedmar:

“Si la vida resultó un drama para los republicanos que se quedaron en España al finalizar la guerra civil, los que se exiliaron también sufrieron múltiples penalidades y miles de ellos perdieron la vida en los campos nazis. En febrero de 1939, la caída de Cataluña en manos de las tropas franquistas originó la trágica desbandada de unos 500.000 civiles y militares que atravesaron la frontera con Francia. Desarmados y vigilados por gendarmes y tropas coloniales, los refugiados españoles fueron hacinados en campos de concentración (Argelès-sur-Mer, Saint Cipryen, Barcarès, etc.) situados en las playas o en recintos improvisados, sin lugares de cobijo y rodeados de alambradas. En los meses siguientes y en 1940, de manera voluntaria o forzada, volvieron a España alrededor de la mitad de estos exiliados. Si eran antiguos combatientes del Ejército republicano, pasaron en su mayoría por el Depósito de Prisioneros de Guerra de Reus (Tarragona) para ser clasificados y, en consecuencia, liberados o reenviados a otros centros de internamiento. Entre los que retornaron se encontraban bastantes vecinos de Baena (Francisco Horcas Montes, Rafael Jiménez Horcas, Rafael Pavón Pérez, Juan Mármol Caderas, etc.) y Albendín (José Espartero Dorado, Domingo Pavón Pulido, etc.). Este último, teniente del Ejército republicano, había permanecido en Francia hasta diciembre de 1940, residiendo a sólo unos kilómetros de donde se encontraba su mujer, Concepción García, y su hija pequeña, sin que ninguno supiera el paradero del otro hasta que él se puso en contacto con su familia de Albendín a través de una carta poco antes de volver a España.
El Gobierno francés ofreció a los antiguos combatientes republicanos que permanecieron en su territorio enrolarse en la Legión Extranjera, en Batallones de Marcha (tropas auxiliares del ejército galo) o en las Compañías de Trabajadores Extranjeros, unidades militarizadas de unos 250 hombres mandadas por oficiales franceses en las que se debían encuadrar obligatoriamente todos los varones de entre 20 y 48 años. Las compañías acogieron a unos 80.000 españoles, de los que 12.000 quedaron situados en la zona de la línea defensiva Maginot, en la frontera con Alemania, que pronto se convertiría en frente de guerra.
En mayo de 1940, el ejército alemán invadió Francia y miles de exiliados republicanos alistados en las Compañías de Trabajadores Extranjeros cayeron prisioneros. Se les encerró en recintos provisionales y, tras largas marchas a pie o en distintos medios de transporte, fueron internados en los stalags o campos de prisioneros de guerra, situados por toda Alemania, bajo el control de la Gestapo (policía militar). Desde agosto de 1940 estos españoles serían custodiados por las tropas de las SS y conducidos a campos de concentración. (…)”.

El texto íntegro se puede consultar en el blog del historiador:
http://arcangelbedmar.com/

Comentario: F. Expósito.
Fotografía: Blog de Arcángel Bedmar.

Baenenses

BAENA EN FERIA. LAS FIESTAS DE 1979 CON NUEVO ALCALDE

Mucha actividad deportiva, con competiciones de futbito, tenis, ajedrez o tenis de mesa, pero también tiradas de pichón, que tenían un gran seguimiento entre los baenenses. En la feria de 1979, recién llegado a la alcaldía Carlos Arenas, el programa de fiestas era modesto, pero conseguía atraer a todos los baenenses. En el programa de actos se anunciaban cuatro casetas: Municipal, Juventud Baenense, Círculo de la Amistad y la del Club Junip, impulsada por una asociación que movilizó a gran número de personas en aquellos años finales de la dictadura y en los comienzos de la democracia. En estas casetas se celebraban actuaciones durante todos los días y para la noche del sábado, a partir de las 0.00 horas, el Gran Cotillón era la culminación de unos días de enorme diversión.

En el programa aparecía también que durante la feria “se lucirá alumbrado extraordinario” y el parque atracciones se instalaría “en los lugares de costumbre”. No faltaba tampoco la exposición de maquinaria agrícola, que se situaba entre el parque y la avenida de Cervantes (junto a la caseta de transformación).
El programa recibió el visto bueno del alcalde, Carlos Arenas Blanca, el presidente de la comisión de festejos, Francisco Trujillo López y el secretario, Luis Peinado de Gracia.

¡FELIZ FERIA A TODOS LOS BAENENSES!

Comentario: F. Expósito.

Feria Baena

BERMÚDEZ CAÑETE Y LA ECONOMÍA: UN LIBRO REIVINDICA SU IMPORTANCIA COMO ECONOMISTA ANDALUZ

Diario Córdoba publica hoy un artículo de Francisco Expósito en el que analiza la importancia de la figura del intelectual baenense Antonio Bermúdez Cañete para la historia de la economía andaluza. Un libro publicado recientemente destaca sus grandes aportaciones.

Incluimos a continuación el texto íntegro del artículo:

«BERMÚDEZ CAÑETE Y LA ECONOMÍA
El periodista Fernando Vázquez Ocaña (Baena, 1898-México DF, 1966) asumió en un artículo publicado en 1929 unas palabras del economista y también periodista Antonio Bermúdez Cañete (Baena, 1898-Madrid, 1936): «Agricultura no es civilización». La reflexión publicada en el Diario Liberal incidía en la importancia de diversificar la economía frente a la preponderancia del sector agrario en la mayoría de las zonas rurales españolas. Unidos en la necesidad del cambio de la economía española y en impulsar sectores como el turismo o la industria, no podían estar más distanciados ideológicamente. Vázquez Ocaña fue elegido diputado por el Partido Socialista en 1933 y Bermúdez Cañete por la CEDA en 1936. Los dos baenenses y ambos marcados por el olvido de su obra durante décadas. Vázquez Ocaña se exilió a México en 1940 y Bermúdez Cañete fue asesinado en Madrid en 1936. Recientemente, una nueva publicación coordinada por la profesora Rocío Sánchez Lissen (Economía y economistas andaluces. S. XVI-XX) ha venido a remarcar la importancia de la obra como economista de Bermúdez Cañete.

Precisamente, la figura de Antonio Bermúdez Cañete comenzó a recuperarse a través de los trabajos iniciales de Juan Velarde, que hace 45 años publicó un artículo en la Revista de Economía Política en el que analizaba los problemas de la economía española a través de la obra del intelectual baenense. Después llegaría la edición del libro Antonio Bermúdez Cañete. Periodista, economista (Editorial Actas, 2008), en el que se analizó su trayectoria con estudios de los profesores Emilio de Diego, Rocío Sánchez Lissen y José Manuel Cansino, y prólogo de Juan Velarde.

Bermúdez Cañete es uno de los nueve economistas andaluces seleccionados en el siglo XX, siendo destacado por Sánchez Lissen como un «adelantado a su tiempo» en aspectos como la visión que tenía sobre el turismo, pero también en sus estudios sobre el cultivo del olivar. En su corta pero activa trayectoria vital, Bermúdez Cañete tuvo un papel destacado en la cultura baenense al ser uno de los impulsores de la celebración del primer centenario del nacimiento de José Amador de los Ríos (1918) y llegó a fundar un periódico en Baena en 1921 (Trabajo). El intelectual acumuló una amplia formación académica tras licenciarse en Derecho y completar su currículo con estudios en Filosofía y Letras. Entre 1921 y 1927 incrementó sus conocimientos en las universidades de Berlín y Munich, doctorándose en Derecho en 1928. Como periodista, en 1925 comenzó a colaborar en El Debate, donde llegó a ocupar la jefatura de la sección de Economía. En 1930 obtuvo el número 1 en la primera promoción del cuerpo de técnicos comerciales del Estado, aunque sería expulsado por decreto en septiembre de 1932 al ser acusado de apoyar la sanjurjada. No obstante, en 1935 un consejo de ministros declaró nulo el decreto. En 1932 fue nombrado corresponsal de El Debate en Alemania, aunque sería expulsado por Hitler en enero de 1935 por sus críticas al régimen nacionalsocialista, por el que inicialmente había mostrado simpatía. Después la corresponsalía en París y fue enviado especial a la guerra de Abisinia.

Los trabajos como economista se publicaron entre 1924 y 1931 en revistas científicas, además de publicar un ensayo y dos conferencias, además de su tesis doctoral. «No fue Bermúdez Cañete un economista corriente, sino que estuvo intensamente dedicado a hacer de la Economía su pasión, con el objetivo de ayudar a diagnosticar mejor los problemas económicos españoles, y aportar de esta manera las soluciones más adecuadas en cada momento», escribe Sánchez Lissen. Como reconoce la profesora titular de economía aplicada de la Universidad de Sevilla, son destacadas sus aportaciones a la historia económica, pero también a la economía monetaria: «Su obra científica está escrita con un lenguaje riguroso y claro (…). Todo ello, iba acompañado de una actitud crítica que mostraba a un economista valiente e independiente, preocupado ante todo por resolver nuestros problemas económicos, para que nuestro país se situase entre los más adelantados del mundo». Sin duda, dos de las contribuciones más importantes y avanzadas para su tiempo fueron sus ideas sobre el turismo y la política agraria. Bermúdez Cañete se dio cuenta de que el turismo debía adquirir un protagonismo principal en la economía española para paliar, entre otras cuestiones, el déficit comercial exterior. El economista baenense considera esencial la promoción del turismo, al mismo tiempo que demandaba la mejora de la red ferroviaria para facilitar la llegada a las ciudades andaluzas. Según Sánchez Lissen, al hablar de la «Costa del Sol» se generalizó esta expresión. En el caso de la agricultura, uno de sus estudios principales se centró en el mercado del aceite de oliva y la necesidad de incrementar la exportación para dar salida al excedente interior y para ayudar a reducir el déficit exterior. Bermúdez Cañete se quejaba de la existencia de una amplia cadena de intermediarios en el sector del aceite, de la falta de organismos bancarios para financiar las exportaciones o de la escasa preparación de los agentes comerciales, pero también de los productores. Una de sus propuestas se dirigía a adaptar el aceite español a los gustos de los países destinatarios. Y si eran actuales estas propuesta, no menos lo era su consideración de que el sector bancario debía concentrarse en unos «cinco grandes» bancos frente a la gran división existente. Como indica Sánchez Lissen, Bermúdez Cañete es «un destacado economista andaluz y español», adelantado a su época».

B Cañete y la Economia

BAENA, SOLAR DE REYES Y EMPERADORES

El cronista oficial de Baena, don Manuel Horcas Gálvez, publica hoy un interesante artículo en el suplemento de feria de ‘Diario Córdoba’. Horcas Gálvez analiza la ascendencia baenense del Rey Fernando de Aragón, casado con Isabel de Castilla. A continuación reproducimos el texto íntegro del artículo publicado en el periódico cordobés:

«BAENA, SOLAR DE REYES Y EMPERADORES
Cuenta el Abad de Rute (Historia de la Casa de Córdoba, pág. 209) que el duque Don Gonzalo, tercero del título de Sessa, heredado de su abuelo el Gran Capitán, hombre de natural ingenio y gran erudición, “decía oyendo a otros grandes señores preciarse mucho de sus linajes y reducir el origen de ellos a Reyes de Asturias, León, Navarra, etcétera: No aber llegado a su noticia que su casa, por el apellido de Cordova, descendiese de Reyes algunos; enpero que sabia bien, que oy los Reyes de España descendían della.”
De las cuatro ramas del linaje de los Fernández de Córdoba (Señores de Aguilar, Alcaides de los Donceles, Señores de Montemayor y Señores de Baena), la primera se consideró como la primogénita. Ésta se configura definitivamente con Gonzalo Fernández, artífice del Señorío de Aguilar.
Junto con sus hijos, Gonzalo Fernández acompañó a Juan I en la desgraciada campaña de Portugal, resultando herido en la batalla de Valverde de Mérida, y falleciendo al día siguiente.

Su tercer hijo, Diego Fernández de Córdoba tuvo una larga vida, que se desarrolló bajo los reinados de Juan I, Enrique III y Juan II.
Habiéndose distinguido por sus cualidades militares y su valor en la guerra de Portugal, Juan I le concedió título de Mariscal de Castilla. Y unos meses después le hacía merced del Señorío de la villa de Baena. Pero sus habitantes no lo admitieron de buen grado, y lo rechazaron por la fuerza, por lo que el rey hubo de revocar la donación.

Nuevos servicios a la Corona hicieron que el nuevo rey Enrique III recompensara al Mariscal en 1394 con la confirmación en el Señorío de Baena. Esta vez los vecinos de Baena elevan un Memorial al rey, haciendo patente su fidelidad a la monarquía, el valor estratégico de la villa y su deseo de seguir perteneciendo a la Corona, protestando de tal medida. Ante las razones expuestas en el memorial, Enrique accede a la anulación.

En 1401 Enrique III confirma la donación de Baena al Mariscal D. Diego. En contraste con los dos intentos fallidos, ahora éste ocupa la villa por las armas, pero sin efusión de sangre, pues el Alguacil mayor Juan Pérez de Valenzuela, su principal oponente, había salido de Baena, sacando “casualmente” de ella a todos los hombres útiles para las armas, con el pretexto de una campaña en tierra de moros. Y también se había pactado que Valenzuela siguiera conservando todos los cargos que había venido desempeñando en el gobierno de la Villa, celebrándose el matrimonio del hijo mayor de Valenzuela con una nieta del Mariscal.

Así se inicia en Baena el Señorío de la familia Fernández de Córdoba, siendo el Mariscal su primer titular. Casó dos veces el Mariscal y de ambos matrimonios tuvo sucesión. Fue el primero con doña Sancha de Rojas, señora de Poza y otros lugares. De todos sus hijos los dos mayores fueron:
I. El primogénito, Juan Rodríguez de Rojas, que heredó el apellido, con las armas de su madre, el señorío de Poza y el resto de su hacienda.
II. Pedro Fernández de Córdoba, para quien fundó el Mariscal el Mayorazgo de Baena, y quiso que le sucediese en sus posesiones andaluzas, con el apellido de Córdoba, siendo por tanto segundo señor de Baena.
Contrajo después segundo matrimonio con Doña Inés de Ayala, señora de Casarrubios del Monte y de Pinto. De esta señora tuvo el Mariscal a Doña Marina de Córdoba y Toledo, la cual fue también señora de Casarrubios del Monte, herencia materna. El Mariscal su padre la casó con D. Fadrique Enríquez, Almirante de Castilla, segundo de los de esta casa. Este almirante jugó un destacado papel en las luchas nobiliarias del reinado de Juan II de Castilla contra la política del valido D. Álvaro de Luna, con fortuna varia, actitud que continuó bajo el reinado de Enrique IV. Tuvieron por hija a Doña Juana Enríquez de Córdoba.

En esas luchas civiles de Castilla también se distinguieron los infantes de Aragón. Precisamente la consecuencia de un pacto político entre ellos fue el matrimonio de Juana, la hija del almirante y nieta del Mariscal, con uno de ellos, que era por entonces rey consorte viudo de Navarra.

Al morir Alfonso V de Aragón, pasó a sucederle su hermano el rey de Navarra, que sería conocido como Juan II, junto con su esposa la reina Juana. Poco antes había nacido el primer hijo de este matrimonio que recibió el nombre de Fernando, y que estaba llamado a gobernar como rey de Aragón.

A la reina Juana le tocó vivir tiempos muy difíciles en Aragón, demostrando una gran energía al defender los derechos de su hijo. Fue un gran apoyo para su marido, al que ayudaba desde que quedó ciego. Trasladada a Cataluña, se vio envuelta en las discordias civiles, llegando a ser sitiada en Gerona.

Doña Juana fue una de las personas que apoyaron la unión de su hijo Fernando con Isabel de Castilla, matrimonio conocido universalmente como los Reyes Católicos, que ella no llegó a ver por haber muerto unos meses antes.

Descienden, por tanto, en línea directa del Mariscal su nieta Juana, reina consorte de Aragón, y su biznieto Fernando el Católico, quien por cierto, a pesar de ser el rey de Aragón, era más castellano que su esposa, pues en él todos los linajes que confluían eran de Castilla, al tiempo que Isabel tenía sangre portuguesa, e incluso inglesa.

A través de la descendencia de los Reyes Católicos, su estirpe se extiende por Europa, dando lugar a través de Carlos I a la sucesión real en España. Como éste fue también emperador de Alemania y transmitió la corona imperial dentro de su familia (su hermano Fernando), la línea directa de los Fernández de Córdoba, en su rama familiar de Señores de Baena, estará también en la raíz de la dinastía imperial alemana.

Termino tomando de nuevo las palabras del Abad de Rute, “De suerte que del Mariscal Diego Fernández, Fundador 1.° y Sr. de la Casa de Vaena, tienen sangre tantas venas reales de Emperadores, Reyes, Archiduques, los Príncipes mayores del mundo gloriándose con razón esta casa”. (Abad de Rute, 239)».

Genealogia F el Catolico

RODRÍGUEZ ALCAIDE PIDE LA PROTECCIÓN DE LA IGLESIA DE MADRE DE DIOS EN DIARIO CÓRDOBA

Diario Córdoba publica hoy un artículo de José Javier Rodríguez Alcaide, Hijo Predilecto de Baena, en el que pide que se proteja la iglesia de Madre de Dios ante la situación en la que se encuentra, tal y como advirtió el Grupo Cultural Amador de los Ríos.
«Madre de Dios, centinela de Santa María la Mayor, se alza en Baena y anuncia su espectral derrumbe. Desparecerá su techumbre, las pinturas de los cobres de su ábside, las columnas rojas de mármol de su altar mayor y su almohadillada portada. Estas líneas son gritos de desesperación ante el decadente convento, sin fuerzas para enfrentarse a las agrestes cimas de Baena, camino de la Subética», escribe Rodríguez Alcaide.

Incluimos a continuación el enlace con el citado artículo, titulado «Baena: Madre de Dios, centinela»:
http://www.diariocordoba.com/noticias/opinion/baena-madre-de-dios-centinela_833257.html

BIC M de Dios

TORREPAREDONES, UN DESCUBRIMIENTO DESDE EL AIRE

El vídeo dura poco más de dos minutos, pero la belleza que encierra es extraordinaria. Juan Ignacio Rojano, a través de su empresa Rcfilms, ha realizado un magnífico vídeo del yacimiento ibero-romano situado entre Baena y Castro del Río. Para quien aún no conozca este importante yacimiento es una buena oportunidad para descubrir la riqueza arqueológica que encierra.
https://www.youtube.com/watch?feature=player_detailpage&list=UUjzH_KSKHWzeshVfLOuvrIg&v=kxNPtZe_OLw

Torreparedones 102013

EL RECETARIO DE COCINA DE BAENA, UN LIBRO PARA CONOCER LA HISTORIA DE LA COCINA CON ACEITE DE OLIVA

El próximo 19 de octubre se presentará en el salón de actos de la denominación de origen de Baena (Casa del Monte) el libro «El recetario de Baena. La cocina tradicional del aceite de oliva». El acto cuenta con la colaboración en la organización del Grupo Amador de los Ríos, del que es miembro su autora, María Victoria Ruiz de Prado. La asociación os quiere invitar a todos a asistir a este interesante acto que profundiza en la cultura gastronómica de Baena, un aspecto poco desarrollado hasta ahora en nuestra localidad. El acto tendrá lugar a las 20.30 horas.
Os incluimos a continuación el cartel del acto.

El recetario de Baena 1