LA ALMAZARA QUE REIVINDICÓ UNA CULTURA

REPORTAJE

LA ALMAZARA QUE REIVINDICÓ UNA CULTURA
Los hermanos Núñez de Prado tomaron una decisión hace 25 años que cambió la forma de entender el olivar al unir tradición y calidad Fueron llamados los ‘Rolls Royce’ del aceite

F. EXPOSITO 13/01/2014 (DIARIO CÓRDOBA)
Hace 25 años no existía en los mercados el aceite Núñez de Prado. La séptima generación de esta familia olivarera tomó una insólita decisión en 1989 que supuso un cambio sustancial en el entendimiento del cultivo milenario en Córdoba y en Andalucía. «Nos dimos cuenta de que teníamos que salir fuera de España y comenzamos a comercializar la marca Núñez de Prado. Teníamos un molino clásico y empezamos a envasar de manera tradicional en frascas madrileñas la flor del aceite. Queríamos conseguir el precio que debía tener nuestro aceite, no el que nos pagaban», asegura Francisco Núñez de Prado, uno de los hermanos de esta familia baenense que ha llevado el nombre del virgen extra cordobés a los lugares más lejanos del mundo cuando en las estanterías solo aparecían los aceites españoles envasados por italianos. Poco después decidieron abrir su histórica almazara a las visitas turísticas. «Constatamos que había muchas personas que querían conocer el origen del cultivo mediterráneo y cómo se extraía el zumo de la aceituna», explica Francisco Núñez de Prado. «El aceite era un desconocido. No se sabía explicar bien su uso, las propiedades saludables que tenía o que el olivar era un bosque que limpiaba de CO2 la atmósfera», añade el empresario. Así fueron llegando cada vez más turistas, muchos de ellos de Japón y Estados Unidos, mercados por los que apostaron desde el comienzo. «La visita era en español, francés e inglés. Nos adelantamos sin darnos cuenta en el sector del aceite de oliva, cuando en otros productos como el vino ya lo venían haciendo desde hacía muchos años», recuerda.

Atrás quedaba la decisión de su padre de cerrar el molino familiar a finales de los años sesenta. Hasta 1982 los cuatro hermanos no decidieron reabrir la almazara. La peculiar botella cuadrada comenzó a aparecer en los medios de comunicación más importantes de España y del extranjero. El antiguo molino se abría a los ojos sorprendidos de los visitantes, que podían observar cómo se hacía el prensado de la aceituna mientras disfrutaban del tradicional desayuno molinero en el que, como no podía ser de otra manera, el aceite era el rey de los ingredientes, ese zumo que, como indica siempre Francisco Núñez de Prado, «potencia sin cambiar el sabor natural de los alimentos». La almazara baenense, situada en pleno centro del municipio, es hoy uno de los grandes tesoros del patrimonio industrial español. En estos 25 años su innovadora decisión de unir tradición con calidad, al mismo tiempo que enseñaba las raíces de la cultura mediterránea a través de la aceituna, fue reconocida con numerosas distinciones. En el camino quedó su hermano Andrés, que ahora da nombre al premio de investigación en agricultura ecológica más importante que se entrega en Andalucía.

NOTA: La imagen fue tomada en 1997 y recoge a los cuatro hermanos Núñez de Prado, en la histórica bodega de la almazara baenense.

Almazara

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