EL TREN DE BAENA. EL DÍA DE SU INAUGURACIÓN, por F. EXPÓSITO

El calor del verano se dejaba sentir, pero mayor era el ánimo de los baenenses que, tras muchos años, serían protagonistas al recibir el primer tren que llegaba a Baena. Era un 10 de julio de 1918. El trasiego durante todo el día se extendió por la ciudad. A las cuatro de la tarde, el Llano de Guadalupe presentaba gran movimiento de coches y automóviles. Por allí estaban el arcipreste y el cura de Santa María, que bendecirían la máquina. Representantes de las familias acomodadas se desplazaron a la nueva estación, un poco lejana al sentir de la mayoría de baenenses. Representantes de las familias de los Prado, Bujalance, Bermúdez o Núñez no quisieron faltar. El júbilo se extendió entre los presentes. La locomotora venía ampliamente adornada con banderas nacionales. “El entusiasmo llegó a su mayor grado, al sentirse los acordes de la marcha real que anunciaba la llegada por vez primera de un tren de viajeros, presentándose la gallarda y majestuosa locomotora cubierta de flores y banderas nacionales. ¡Un viva a Baena! Fue la explosión de los sentimientos de la multitud”, contaba F. Roldán en un periódico de la época. 

Entre los primeros viajeros se encontraban jóvenes de la localidad, “abogados, médicos, bachilleres, que habían ido de heraldos a traernos el tren engalanado”, decía otro diario provincial. El arcipreste de la localidad, Manuel Rodríguez Pérez, procedió a la bendición de la vía férrea. Para celebrar la feliz efemérides, la compañía ferroviaria obsequió a todos los presentes a un “buen refresco” en los almacenes del muelle.

En la memoria de algunos baenenses permanece aún el recuerdo del viejo trenillo que se convertiría en fuente de anécdotas durante décadas y que cuando se puso en marcha fue considerado como una señal de que la modernidad y el desarrollo se implantaban en la localidad. Valverde y Perales recogía en su ‘Historia de la Villa de Baena’ la fecha del 22 de enero de 1892 como uno de los acontecimientos más importantes de la localidad. Fue entonces cuando se puso en servicio la estación de Luque-Baena, correspondiente al ferrocarril de Puente Genil-Linares, aunque el emplazamiento definitivo en las cercanías de la localidad tardaría aún años en inaugurarse, a pesar de las demandas de la población que, incluso, dieron lugar a la creación de un periódico llamado ‘El Ferrocarril’ en 1913.

En la imagen, la antigua estación de tren de Baena.

Estacion de Baena

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