La cooperativa vitivinícola Jesús Nazareno, de Baena, cumple 50 años de buen trabajo y como espejo del buen hacer en el marco Montilla-Moriles. Los primeros 50 socios que se unieron para poner en marcha la bodega han visto pasar años de gran impulso, pero también de enormes dificultades ante la pérdida de rentabilidad y el progresivo arranque de vides, mientras el olivar se expandía impulsado por las importantes ayudas europeas a partir de la década de los noventa del pasado siglo. Además, los excedentes en la Comunidad Europea primaron los arranques de viñedo.
Atrás quedaba la gran expansión de la cooperativa baenense, que llegó a tener unos 600 socios en los años ochenta. Hoy se han reducido a 115, aunque la rentabilidad se ha recuperado al convertirse la cooperativa en una de las que mejor pagan el kilo de la uva en la denominación de origen Montilla-Moriles al envasar toda su producción.
En la historia de las bodegas quedan varios hitos destacados. En los años setenta comenzó a envasar su Fino Baena, que se unía al Fundación. En los ochenta apareció su reconocido Cancionero y a partir del año 2000 sus socios empezaron a plantar variedades de uva tinta para elaborar vino tinto que está teniendo una creciente demanda en el mercado.
Desde el Grupo Cultural Amador de los Ríos felicitamos a la cooperativa por los actos que celebrará este año para conmemorar su medio siglo de buenos caldos, que son patrimonio, no sólo de los baenenses, sino de la humanidad al integrarse en la Dieta Mediterránea.
En la fotografía, Rafael Trujillo, presidente de la cooperativa.